Un sinfín de sacrificios hacen los abuelos de estos tiempo para tener su dinero y comprar lo que alcance para la noche buena que está a menos de una semana.
Frío, hambre, sed, inseguridad y dormir hasta en la acera han tenido que pasar nuestros abuelos antes de podrer entrar ha alguna sedes de los bancos de la entidad.
En tres banco se observaron a más de 60 abuelos esperando. Al frente del grupo que pernoctó a las afueras del Bicentario, ubicado en el centro comercial Costa Verde en la avenida Bella Vista, está un joven que se adelantó para averiguar que hacían “unos extraños” en el lugar. Pasados los minutos relató su historia… la de su mamá. “Llegamos a las 7.30 de la noche. Vinimos para no quedarnos sin el pago”, comentó. Era domingo, faltaban tres días para cobrar la pensión.
El 13 de noviembre, Arturo Martínez de 68 años murió de un infarto mientras esperaba su turno para cobrar la pensión. Un día después, arrollaron a Ángel Ortega de 79 años en la Circunvalación 1 cuando iba a cobrarla y el 23 de noviembre, Miriam Ospino de 68 años murió tras ser golpeada presuntamente por indigentes, para robarla a la salida de un banco en Carabobo. En Venezuela es vivir, amanecer y morir para cobrar la pensión.
DC/LV