En China ha emergido una nueva y sorprendente industria, dedicada a ayudar a maridos y esposas a separar a sus cónyuges de sus amantes. Se llama “desvanecimiento de amantes” y con frecuencia las clientas pagan decenas de miles de dólares para “acabar” con sus rivales.
Una mujer de mediana edad con un vestido negro de encaje y unas grandes gafas de sol es guiada hacia una oficina de luz tenue.
No quiere que se conozca su nombre, así que la llamaremos Señora X, pero está dispuesta a contar sus experiencias como clienta en el Hospital del Amor de Weiging, el servicio más conocido de todo Shanghái para deshacerse de las amantes.
Con una voz débil y temblorosa, me dice que la relación con su marido ha salido de la crisis más fortalecida de lo que estaba en el pasado.
“Antes pensaba que era un matrimonio, pero ahora veo algo mejor, una vida verdadera”, se entusiasma, aunque sus ojos miran todo el rato hacia abajo.
Lo que describe son las muchas semanas de terapia marital que ha recibido, una lección en pensamiento positivo y en cómo ser una esposa mejor y más diligente.
Ming Li, cofundadora de Weiging, aconseja a mujeres como ella (la gran mayoría de las que piden ayuda son mujeres) sobre los secretos de un matrimonio exitoso y cómo evitar que las atenciones del esposo se disipen.
“Cuando descubrí la aventura, confronté a mi marido”, dice la Señora X.
“Nos peleamos mucho y yo le preguntaba ‘¿Por qué, por qué si yo te he seguido durante tantos años?’ Al principio expresó culpa. Pero tras tantas peleas, simplemente ya no quería hablar conmigo. Entonces fue cuando busqué ayuda”.
Decidió pagar a Weiging para alejar a la amante. En este caso, esto incluyó enviar a agentes a persuadir a la secretaria de 24 años de que podía aspirar a algo mejor a salir con un hombre que le dobla en edad.
Inversión
A pesar de que le costó miles de dólares, la Señora X está convencida de que esto era una mejor opción que divorciarse del esposo que la engañaba.
“Hemos pasado por muchas cosas juntos”, explica. “No quiero renunciar a todo esto. La separación nunca ha sido una idea en la que haya pensado. Y también me estoy acercando a los 50, no hay un mercado ahí fuera para una mujer como yo”.
Ming Li y el cofundador, Shu Xin, llevan 17 años manejando su Hospital del Amor, con más de un millón de clientes, dicen.
Ambos hacen una presentación efervescente, con ganas de explicar todas las posibilidades de su marca de guía matrimonial, y también su arma secreta: el alejamiento de amantes.
“Tenemos 33 formas de ahuyentar a una amante“, explica Shu Xin.
“En el matrimonio hay todo tipo de problemas. Y uno de ellos es tener una aventura. Es muy grave, malo para la familia y para la estabilidad de la sociedad”, agrega.
Continúa describiendo las cuatro técnicas principales, las cuales parecen incluir algún tipo de treta: persuadir a la amante para que se enamore de otra persona, conseguir que el jefe envíe al marido a otra ciudad, hacer que intervengan los padres o amigos, e intentar repugnar a la amante describiendo el carácter podrido del marido y alguna enfermedad hereditaria.
Le indico que todavía quedan otros 29 métodos.
“Sí, pero esos son secreto de la empresa“, me dice Shu Xin. “No podemos hablar de ellos en los medios”.
“Todo legal”
Aunque los medios chinos están llenos de historias sobre acusaciones de coacciones, sobornos y amenazas de violencia, el Hospital del Amor insiste en que nunca participa en nada ilegal.
Pero otra persona que ofrece este servicio de ahuyentar a las amantes, Dai Peng Jun, fue más directo. Él maneja su propio servicio en Shanghái como parte de una agencia convencional de detectives privados.
Dai Peng Jun maneja un equipo de agentes encubiertos que viajan por todo el país ayudando a mujeres a separar a sus compañeros masculinos de sus amantes.
“Hay una forma definitiva para echar a las amantes”, asegura. “Nos hacemos amigos de ellas, conseguimos fotos y videos íntimos y luego se los damos a los clientes”.
Cuando el marido se da cuenta de que su amante no le está siendo fiel, la mayoría de las veces la deja y vuelve al seno de la familia.
“Servicio público”
Dai argumenta que este es un importante servicio público, dado que la mayor parte de los hombres ricos en China consideran natural tener a una “mujer mantenida” además de la esposa.
Bajo la presidencia de Mao Tse Tung, la antigua tradición china entre hombres ricos de mantener una concubina se declaró degenerada e ilegal y la igualdad de derechos para las mujeres se incluyó en la ley matrimonial.
Pero, desde la muerte de Mao en 1976, y la inmensa riqueza que las consecutivas reformas económicas han generado, hombres chinos ricos y poderosos, incluidos muchos funcionarios del partido, parecen haber vuelto a las antiguas tradiciones.
De hecho, según una encuesta publicada en medios oficiales, el 95% de los funcionarios condenados durante la última oleada anticorrupción de Xi Jinping tenían una o más amantes.
Y hace tres años, el diario oficial del Partido Comunista chino publicó un “mapa del adulterio”, situando los lugares donde se concentraba el mayor número de mujeriegos.
“Las medidas necesarias”
Dai Peng-Jun me presenta a uno de sus agentes, especialista en seducir a las amantes. También se llama Dai y sus formas son sombrías, con una voz tranquilizadoramente profunda y grave.
Describe su trabajo como un cirujano describiría un procedimiento médico. “Yo mismo actúo como cebo, y todo el equipo está disponible para ofrecer apoyo experto”, explica.
“Tengo que entender los distintos ángulos necesitados para agradar a la mujer, lo que quiere”, explica Dai.
“Por ejemplo, si quiere un estilo de vida lujoso, productos lujosos, buenos restaurantes, le daremos satisfacción. En mi experiencia, la mayoría de las amantes quieren recompensas financieras“, afirma.
Parece que lanzar dinero sobre el problema funciona el 90% del tiempo, lo que permite a Dai entrar a una situación comprometedora con la mujer.
Una vez que la misión se ha completado, toma las fotos necesarias y se va.
Me pregunto cómo le hace sentir el hecho de vivir a costa de engañar a mujeres.
“Tomamos las medidas necesarias”, dice. “Nosotros representamos los derechos de la pareja original. El cliente nos pide que hagamos lo que hacemos. Y las amantes son las que rompen esos estándares”.
“Como aprender a conducir”
Es difícil medir cuan extendidas están estas operaciones de alejamiento En 17 años, Weiging dice que ha llevado a cabo más de 100.000 y la empresa espera entrar pronto a la bolsa de Shanghái.
Y la autora y comentarista social Zhang Lijia cree que el fenómeno puede explicarse en parte por las leyes de divorcio chinas.
Desde 2011, toda la riqueza que un hombre que va a divorciarse pueda demostrar es previa al matrimonio no tiene que compartirla con su exmujer.
Los tribunales también le darán la custodia única de los niños a la familia del hombre, sobre todo en zonas rurales.
“Dicen que las leyes del divorcio se aprobaron para hacer reír a los hombres y llorar a las mujeres“, explica Zhang. “Además, fuera de las ciudades se ve como algo vergonzoso que las mujeres se divorcien”.
La Señora X está ciertamente convencida de que ahuyentar a la amante de su esposo es su única opción y que vale cada céntimo de los miles de dólares que le ha costado.
Le pregunto si todavía lo quiere. Y si no ve posible que aparezca otra amante para reemplazar a la que acaba de ahuyentar.
“Por supuesto todavía le quiero. Hay muchas cosas que todavía amo de él. Y ahora sé que el problema es nuestro matrimonio. Ahora sé cómo manejar el matrimonio”.
Es difícil rebatir este optimismo, y el Hospital del Amor de Weiging no ve razón para hacerlo. La cofundadora Ming Lo me asegura que bajo su dirección, lo superarán.
“Una amante es un tumor, así que lo primero que hay que hacer es deshacerse de él. Después de esto, la relación entre la pareja es más sana. Es como aprender a conducir. Es duro conseguir la licencia de conducir, pero cualquier persona con 18 años puede casarse. Le enseñamos el buen camino para avanzar con seguridad”.
DC | BBC Mundo