El gobierno de España mostró este jueves sus dudas sobre las condiciones en que se realizarán las elecciones para elegir a los presidentes en Cuba y Venezuela, en marzo y abril respectivamente.
En cuanto a Venezuela, “habríamos preferido que la fecha y las condiciones en las que se van a celebrar esas elecciones hubieran sido fruto del acuerdo entre el gobierno y la oposición”, indicó en entrevista con la AFP el ministro español de Exteriores, Alfonso Dastis.
Las autoridades electorales venezolanas anunciaron el miércoles que las elecciones, en las que Nicolás Maduro busca la reelección, se realizarán el 22 de abril, tras fracasar una negociación entre gobierno y oposición sobre las garantías de esos comicios.
La oposición exigía el cese de la inhabilitación política de sus líderes y legalización de algunos de sus partidos y aún no decide si en definitiva participará.
El anuncio de la fecha “no es una buena señal”, dijo Dastis. “Lo mismo el hecho de que haya partidos a los que no se les permita concurrir en las elecciones y lideres políticos que estén excluidos también de la posibilidad de presentarse”, señaló.
“Los indicios no son muy favorables”, subrayó Dastis, al indicar que España consultará con sus socios en la Unión Europea y “veremos si reaccionaremos en función de esas circunstancias”.
Las difíciles relaciones entre España y Venezuela se encuentran en uno de sus puntos más bajos, luego de que Caracas expulsara al embajador español irritada por sanciones que la UE impuso a altos funcionarios venezolanos, a lo que Madrid respondió con igual medida.
Dastis también se refirió a Cuba, que sostendrá sus elecciones para diputados de la Asamblea Nacional el 11 de marzo bajo la supervisión del único y gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC), de entre los que saldrá el sucesor de Raúl Castro.
“En la medida en que hay un partido único son unas elecciones un tanto peculiares. (…) No son realmente equiparables a lo que consideramos elecciones en el mundo occidental”, estimó Dastis.
No obstante, España aspira “a tener una relación cada vez más intensa con un pueblo con el que el español se siente más cercano”, a la vez “que es bueno que haya interlocución” entre Madrid y La Habana, agregó Dastis.
DC | AFP