La crisis que se vive por la falta de alimentos en el Zoológico Metrópolitano del Zulia y la “emergencia” decretada por sus propias autoridades se engrandece aún más con la ola de robos que ha cometido el hampa contra la escasa colección que atesora el parque fundado hace 45 años.
En total han sido 32 animales, en su mayoría aves, los que han sido robados del zoológico en cinco meses. De esta treintena, solo tres fueron recuperados por la policía.
Guacamayas, venado caramerudo, palomas domésticas, chigüire, loro real, tortugas morrocoy, danta, cerdos vietnamitas y monos capuchinos, son las especies blanco de la delincuencia. Se dice que sus robos obedecen al tráfico internacional de animales y también como alimento para el humano.
Aparte de la treintena de animales robados, otros diez han tenido que ser sacrificados para poder alimentar a otros animales carnivoros o carroñeros, que por su naturaleza su dieta está basada solamente en carnes.
Cinco báquiros, dos cabras domésticas y tres patos fueron sacrificados, en menos de dos meses, cuando “se agudizó la crisis”, para darle de comer a los felinos y a la pareja de cóndor andino.
“No tenemos ni pollo ni carne para darle de comer a los animales, se está solvetando la situación con concentrado animal , pero es muy difícil, por lo que se debió optar al sacrificio de animales para alimentar a otros, que no es más que parte del paradigma ecológico”, alegó el presidente del parque, Elio Rios.
Los báquiros fueron sacados de su exhibidor para ser sacrificados y las cabras pertenecían al programa educativo “el zoológico va a tu escuela”, en la que los niños tenían contacto con los animales. “De una colección de diez báquiros, nos quedamos con cinco”, alegó un veterinario.
Sobre la inseguridad, Ríos, informó a PANORAMA, que el caso de la seguridad en el zoológico es muy “complejo”. Explicó que el recinto tiene 90 hectáreas y siete kilómetros de cerca perimetral que colindan con invasiones.
“Tenemos patrullaje policial constante de la PNB, el Cpbez y Polisur, pero no hay un punto de control fijo”, dijo.
Como parte de una “solución inmediata”, los cuidadores y veterinarios del parque han mudado a ciertas especies a la zona de cautiverio.
“La cuarenta no es tan grande para poder albergar a todos los animales vulnerables a robos.
Tampoco podemos dejar sin animales los exhibidores, porque entonces el público visitante no tendría nada que ver en el parque. Así que esta solución no es a largo plazo”, alega un trabajador de la institución.
DC / Panorama