Más sanciones para Venezuela, esta vez enfocadas en el petróleo, se discuten en la administración del presidente Donald Trump, como respuesta al fracaso de diálogo y a la convocatoria de elecciones presidenciales que ahora serán generales, el próximo 20 de mayo.
El congresista Mario Díaz Balart aseguró que las sanciones serán de carácter diplomático, pero también de tipo económico.
“Vamos a ver sanciones adicionales relativamente pronto, no tengo la fecha, pero sé que la administración está mirando todas las opciones para seguir presionando (…) porque los fondos que le entran a Venezuela no van para el pueblo sino enriquecerse ellos y reprimir al pueblo”, expresó.
Balart cree que solo habrá diálogo entre la Casa Blanca y Miraflores cuando “el gobierno se vaya y permita elecciones libres”.
“No vamos a hacerle ganar tiempo con más diálogo para que se mantenga en el poder”, agregó a su salida de un encuentro con la embajadora de EE. UU. en la ONU y otros legisladores hispanos que se realizó este viernes en la Universidad Internacional de Florida.
Legitimidad cuestionada
El congresista considera que la forma en que se han convocada los comicios presidenciales en Venezuela carece de garantías electorales transparentes para que participe la oposición. Afirma, además, que eso deslegitima a Nicolás Maduro.
“No hay posibilidad de tener elecciones libres cuando no hay libertad esta administración no se deja confundir con una elección donde Maduro controla el proceso electoral, y por lo tanto nadie lo va a creer. No vamos a reconocerlo (…) seguiremos presionando (…) para ayudar a la oposición y a la sociedad civil”.
El congresista dijo que buscarán la forma de brindar ayuda humanitaria, aunque el gobierno “solo la quiere para ellos” ante la escasez de medicinas y alimentos que ha provocado la migración de venezolanos por tierra hacia las fronteras.
“Tenemos que encontrar formas de ayudar a ese pueblo que está sufriendo de una forma sin precedentes en uno de los países más ricos del mundo”.
En defensa de DDHH
Venezuela sigue estando en la mira de Estados Unidos, en especial ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) y ante la agenda legislativa.
“Así como siempre apoyamos elecciones libres en otros países como diplomáticos es frustrante para mí y todos mis colegas porque hemos propiciado el diálogo por mucho tiempo y no vemos avances en ese frente, no vamos a detenernos”, dijo la embajadora, Nikki Haley, durante su participación en un foro en la Universidad Internacional de Florida, junto a un grupo de legisladores hípanos como el senador Marco Rubio, Ileana Ros-Lehtinen, Mario Díaz-Balart y Carlos Curbelo
En días recientes, Haley cumplió una agenda en Latinoamérica que la llevó a Honduras y Guatemala, donde también abordó el tema de Venezuela y cómo afecta en la región.
En su criterio, los problemas de Venezuela en materia de narcotráfico, inmigración, así como la presencia de bandas criminales pone en riesgo a la región y en especial a Estados Unidos, por lo que la preocupación sobre la nación petrolera aumenta a medida que afecta la seguridad en la nación norteamericana.
En esto coincidió, el senador Marco Rubio, quien calificó al gobierno de «terrorista” por, según afirmó, amenazar “el hemisferio».
DC | D2001