Los alpinistas que deseen ascender al monte Denali, el pico más alto de los Estados Unidos, se verán obligados a recoger sus heces durante los ascensos y llevarlas en un cubo con un volumen de siete litros adjuntado a la mochila, para que la montaña permanezca «limpia y segura para todos los visitantes», recoge AP.
El parque nacional y reserva Denali cambió sus reglas debido a un estudio que demostró que los excrementos que los alpinistas normalmente dejan en el hielo no se descomponen, sino que «flotan» montaña abajo durante décadas.
Excrementos y agua potable
‘El problema de las heces’ existe en ese lugar desde hace muchos años. Michael Loso, un geólogo de glaciares, calcula que entre 1951 y 2012, cerca de 36.000 montañistas ascendieron al pico y dejaron atrás entre 69 y 97 toneladas de desechos humanos en la ruta más popular de West Buttress, según recoge el medio.
Durante la escalada, los alpinistas consiguen toda el agua fundiendo la nieve. Si la nieve se mezcla con las heces, puede provocar diarrea e infección intestinal. A gran altura estos problemas de salud pueden ser letales. En 2002, un tercio de los 132 montañistas encuestados sufrieron de infecciones intestinales, como gastroenteritis aguda, después de 21 días en el monte Denali, apunta The Verge.
De acuerdo con el guardabosques local Tucker Chenoweth, citado por el portal, instalar sanitarios públicos en la montaña tampoco ayudaría con el problema. Después de todo, los empleados del parque nacional y reserva Denali tendrían que sobrevolar 80 kilómetros en helicóptero para vaciar las letrinas.
Nuevas regulaciones
El Servicio de Parques Nacionales ha requerido que los alpinistas mantengan las heces fuera de la superficie de la montaña desde 2007. Los visitantes tienen que colocarlas en bolsas biodegradables y tirarlas en grietas profundas en el glaciar.
Sin embargo, la investigación de Loso indica que los desechos humanos nunca llegan al fondo del glaciar y nunca se desintegran por completo. Las autoridades ahora proponen nuevas regulaciones que permiten que los montañistas tiren los excrementos en una sola grieta alta donde, según creen los expertos, se pulverizan y se vuelven químicamente inertes. En otros casos, tendrán que llevárselos.
DC / RT