La red informática mundial cumple 29 años. Y, además, este será el primer año de su historia en que más de la mitad de la población del mundo tendrá acceso a ella.
«Cuando comparto estas emocionantes noticias con la gente, suelo recibir dos reacciones: ¿cómo lograr que se conecte la otra mitad del mundo? y ¿estamos seguros de que el resto del mundo quiere conectarse a la web que tenemos hoy en día?», dice su inventor, Tim Berners-Lee.
El científico británico creó esa tecnología en un laboratorio suizo con la idea de facilitarle la vida a millones de personas para que pudieran compartir documentos e intercambiar ideas a través de internet.
«La humanidad conectada a través de la tecnología hará cosas maravillosas», declaró entonces.
Sin embargo, con los años Berners-Lee se ha vuelto menos optimista sobre los efectos positivos de su creación.
Cita a Wikipedia como un ejemplo de cuando ese sueño se hizo realidad. Pero asegura que el auge de las redes sociales, en donde el abuso y el acoso son prácticas cada vez más habituales, le ha hecho cambiar su punto de vista.
«Al principio, sentí que lo mejor que los gigantes de internet podían hacer era ser neutrales, ser, simplemente, plataformas», le cuenta Berners-Lee a la BBC.
Pero ahora cree que las redes sociales deben replantearse cómo mejorar, y dice que tal vez la respuesta esté en modificar su sistema para premiar comportamientos constructivos, y no a la inversa.
El problema de la falta de equidad
Una cuestión sobre la que no ha cambiado su punto de la vista es la neutralidad de la red, el principio que determina que todo el tráfico de internet debería ser tratado de forma equitativa.
Esa ley proporciona a los usuarios igual acceso a todos los contenidos (legales), independientemente de cuál sea la fuente.
En Estados Unidos, la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por su sigla en inglés) decidió revertir la normativa aprobada en 2015 bajo el gobierno del expresidente Barack Obama que protegía esa neutralidad.
La semana pasada, durante el Mobile World Congress (MWC) de Barcelona, España, la mayor feria mundial de telefonía móvil, el director de la FCC, Ajit Pai, defendió esa actuación, argumentando que internet ha crecido mucho desde 2015.
«A mí me dijo lo mismo», asegura Tim Berners-Lee.
El inventor de la web le dijo al jefe de la FCC que algunos avances en la potencia de procesamiento informático facilitaron a los proveedores de servicios la discriminación hacia ciertas páginas web, por razones políticas o comerciales, bien ralentizando el tráfico hacia su sitio o dificultando procesos de pagos.
Sin embargo, no logró persuadir a Ajit Pai.
«Está rodado por gente con una forma de pensar muy tradicional, la cual ha estado moviendo la maquinaria de la industria de telecomunicaciones. Creen que es su deber oponerse a cualquier regulación, sea la que sea», dice Berners-Lee.
El informático, sin embargo, no quiere dar la batalla por perdida: «Frenamos SOPA(Stop Online Piracy Act) y PIPA (Protect IP Act)», dice, refiriéndose a los proyectos de ley antipiratería en EE.UU. que se oponían en 2012 a las libertades en internet.
«Las amenazas, no obstante, siguen abundando en la red. Son muchas y muy abundantes», dice Berners-Lee en una carta abierta.
Algunas de ellas, advierte, son «la desinformación, los cuestionables anuncios publicitarios políticos o la pérdida de control de nuestros datos personales».
«Pero yo sigo comprometido a asegurarme de que la red es un espacio libre, abierto y creativo para todo el mundo. Y esa visión solo es posible si todo el mundo puede estar conectado».
Entre las principales amenazas, Berners-Lee cita tres: cerrar la brecha digital, asegurarse de que la web funciona para todos e integrar más voces en el debate sobre su futuro.
«La web no es solo para quienes están conectados hoy día, sino para quienes todavía faltan por conectarse».
«Nuestra economía digital de doy día requiere estándares más robustos que equilibren los intereses tanto de compañías como de ciudadanos».
Dos mitos
Berners-Lee sostiene que, para ello, hay que afrontar dos mitos «que limitan nuestra imaginación colectiva».
El primero, que la publicidad es el único modelo de negocio que funciona para las empresas en internet.
El segundo, que es demasiado tarde para cambiar lo que se ha hecho hasta ahora.
«En ambos puntos necesitamos ser un poco más creativos», explica el inventor.
«Los problemas que enfrenta la web son complejos y grandes. Creo que deberíamos entenderlos como bugs (errores informáticos): problemas con un código y un software que fueron creados por personas y que pueden arreglar otras personas».
«Y, después, crear un nuevo conjunto de inventivos y cambios. Podemos diseñar una web que cree un entorno constructivo».
«Hoy quiero retarnos a todos a tener mayores ambiciones para la web. Quiero que refleje nuestras esperanzas y cumpla nuestros sueños, en lugar de magnificar nuestros miedos y profundizar nuestras divisiones», concluye el padre de la web.
DC / BBC