Una vez más, el príncipe Harry ha demostrado el gran amor que siente hacia su prometida Meghan Markle. El nieto de Isabel II se ha negado a firmar un contrato prenupcial, pues asegura estar convencido de que su relación con la ex actriz nunca terminará.
Las casas reales recomiendan a sus miembros sellar estos documentos antes de un enlace, por si la unión finalmente termina en divorcio. Unos acuerdos en los que no solo se fijan las condiciones económicas, sino que también se dice en manos de quién queda la custodia de los hijos.
La prensa británica ha asegurado este lunes que el príncipe se ha negado a firmar tales consentimientos. “Harry nunca ha pensado en firmar un acuerdo prenupcial”, sentenciaban dos de sus amigos. “Está decidido a que su matrimonio sea duradero, por lo que no es necesario que firme nada”.
Pese a que los portavoces del Palacio de Kensington se han negado a hablar sobre el asunto, parece que la decisión no se acaba de ver buenos ojos, pues creen que Harry debería proteger su parte del legado de los Windsor, que se calcula ronda unos 30 millones de libras. La prensa británica también apunta a que la Casa Real “no acaba de estar tranquila”, pues Meghan ya se divorción dos años después de su matrimonio con el productor de cine estadounidense Trevor Engelson.
En 2011, el príncipe Guillermo y Kate Middleton tampoco quisieron firmar ninguno de estos contratos antes de casarse, un precedente que ya sentaron los príncipes Carlos y Diana de Gales en 1981. En ese último caso, la custodia quedó en manos de Carlos, pues los príncipes son un asunto de la Corona ya que figuran en la línea de sucesión al trono.
DC / MSN- La Vanguardia