El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva admitió que la idea de ir a la cárcel «pasa todos los días» por su cabeza, pero aseguró no tener miedo por ser «inocente».
El exmandatario de izquierda (2003-2010) reafirmó, en una entrevista exclusiva este jueves con la AFP, su determinación de presentarse a las elecciones presidenciales de octubre, que cree que ganará incluso «en primera vuelta».
Lula fue condenado a doce años y un mes de cárcel por corrupción y lavado de dinero y enfrenta otras seis causas judiciales. Pero cree que todas las acusaciones fueron montadas para «desmoralizar» su candidatura e impedir el regreso al poder del Partido de los Trabajadores (PT).
Actualmente, busca con recursos judiciales evitar ir a la cárcel antes de que se pronuncien sobre su caso los máximos tribunales del país. La justicia electoral podría por otro lado invalidar su candidatura.
«Si me condenaran y me encarcelaran, estarían condenando a un inocente. Eso tiene un precio histórico. Si quieren tomar esa decisión, tendrán que cargar con la responsabilidad de lo que ocurra en este país. Por eso, duermo tranquilo».
Durante la entrevista, de una hora y media, realizada en el Instituto Lula de Sao Paulo, aclaró sin embargo que descartaba crear tensiones sociales.
«Vamos a disputar democráticamente la elección. Este país no tiene cultura de violencia en el proceso electoral».
Vestido con una camiseta deportiva roja y un saco azul oscuro, habló de las dificultades de formar alianzas de gobierno en Brasil, con más de treinta partidos en el Congreso. Una tarea «humanamente» imposible.
P: ¿No hay un riesgo de tener una campaña más centrada en sus problemas judiciales que en los de Brasil?
R: Yo no discuto el problema judicial. Soy consciente de lo que sucede en Brasil, sé que mis adversarios y gran parte de la élite económica brasileña no quieren que sea candidato a la Presidencia de la República, y la única forma que encontraron para evitar que sea candidato fue contar muchas mentiras, es decir casi un crimen contra nuestra propia Constitución. He desafiado a la Policía federal, al Ministerio Público, al juez [Sergio Moro, que lo condenó en primera instancia], a probar cualquier crimen que yo haya cometido. Mientras tanto, sigo haciendo campaña.
– «Brasil no tiene cultura de violencia electoral» –
P: Líderes de PT y de movimientos sociales advirtieron que si fuera impedido de ser candidato o si lo detuvieran, podría haber disturbios y hasta muertos en las calles.
R: Solo discutiré esa hipótesis cuando me impidan ser candidato. (…) Lo que estamos viendo en este momento es un asalto al poder, hecho por el Poder Judicial, representado por el Ministerio Público, por la Justicia Federal de Curitiba [sede de la operación Lava Jato, a cargo de Sergio Moro] y por la prensa (…).
Queremos creer en el cumplimiento de la Constitución, en que todas las instituciones vuelvan a funcionar correctamente.
– Otra «carta al pueblo brasileño» –
P: Usted está preparando una nueva «carta al pueblo brasileño»
R: Cuando gané las elecciones de 2002 había cierto terrorismo contra mi candidatura, diciendo que incumpliría los compromisos externos de Brasil, entonces preparé una carta al pueblo brasileño para tratar de mostrarle al mercado el compromiso del PT con Brasil. Ahora quiero hacer una carta del pueblo brasileño para el pueblo brasileño.
P: ¿Cuál será el foco?
R: Es una carta que asume el compromiso con el pueblo, lo que quiero hacer en el país. (…) Es posible hacer las cosas de otro modo que el de ahora. No hace falta vender patrimonio público, ni hay que hacer recortes en educación, en salud, en ciencia y tecnología, para equilibrar las finanzas públicas.
P: ¿Cuándo la divulgará?
R: Es una carta que estoy trabajando con mucho cuidado, porque servirá de base al programa de gobierno que estamos elaborando. Pienso que dentro de unos días, tal vez unos quince días (…).
– «No tener miedo de la polarización» –
P: Usted es favorito en las encuestas y tiene al mismo tiempo un alto índice de rechazo. ¿No seria mejor tal vez dejar a un candidato que genere menos polarización?
R: No hay país que no esté polarizado (…) Ningún partido va a ganar con 80% de los votos (…) Lo importante es que los gobernantes que ganan y los políticos que pierden tienen que darse cuenta de que cuando las elecciones se acaban, hay que gobernar. Hay polarización en el el fútbol, en la religión, en la política, en la cultura. No podemos tener miedo a la polarización.
– Lava Jato quiso «criminalizar la política» –
P: ¿Qué haría con la operación Lava Jato si llega a la Presidencia?
R: La verdad que esos muchachos fiscales creen que habría que aprobar un concurso para ser ministro. En verdad, quieren criminalizar la política (…). Si usted tiene un escándalo en Petrobras, encarcele a quien robó en Petrobras. Nadie está en contra de encarcelar a quien robó. Queremos que haya justicia. Todos los instrumentos más duros para evitar la corrupción fueron creados durante los años [de gobierno] del PT.
P: Pero los robos no fueron para el bolsillo propio, fuero sobornos políticos
R: – Esa es otra mentira (…) Ahora en Brasil todo se convirtió el sobornos, ya no hay más caja dos [contabilidad paralela para financiar campañas]. Brasil siempre funcionó así, me parece que Venezuela y Estados Unidos siempre funcionaron así. Los candidatos no gastan dinero esu bolsillo para hacer campaña, van a pedirlo a los empresarios (…).
Si alguien robó y quiere negociar con el Ministerio Público, que lo haga. Yo no robé. Quiero pelear con el Ministerio Público. Quiero pelear. Quiero defender mi honra. No voy a permitir que una banda de jóvenes me llame ladrón.
Lava Jato sería un bien para el país, si se hubiese mantenido en la investigación correcta de la corrupción. El problema es que transformaron el combate contra la corrupción en una actividad política. Con un interés preciso: vamos a tratar de destruir a PT, vamos a tratar de destruir a Lula. No lo destruirán.
– Primeras medidas de un eventual gobierno Lula –
P: ¿Cuáles serían sus primeras medidas de gobierno, si sale elegido?
R: Hay un conjunto de cosas que se pude hacer en Brasil.
Hacer un referendo revocatorio, o convocar una nueva Constituyente, porque la Constitución de 1988 ya no existe, ya tuvo centenas de enmiendas.
Hay que revocar la limitación de los gastos en educación, salud, ciencia y tecnología (…).
Sinceramente quiero hacer muchas cosas, Soñé mucho con América Latina, con América del Sur. Trabajé para que podamos transformar América del Sur en un bloque económico fuerte (…). Vale la pena apostar por la integración latinoamericana.
– «No me voy a esconder, no me voy a matar» –
P: ¿Pasa por su cabeza que podría ir preso? ¿Cómo lidia con eso? ¿Ya pensó como sería un Lula en la cárcel?
R: Pasa todos los días. No tengo problema, el problema es que no tengo miedo y no estoy preocupado. (…) Toda historia tiene consecuencias. Una prisión puede durar mucho como la de [Nelson] Mandela, que duró 27 años, o puede durar poco, como la de [Mahatma] Gandhi.
Mi única preocupación en este momento es intentar mostrar mi inocencia. Si me condenaran y me encarcelaran, estarían condenando a un inocente. Eso tiene un precio histórico. Si quieren tomar esa decisión, tendrán que cargar con la responsabilidad de lo que ocurra en este país. Por eso, duermo tranquilo.
No voy para ninguna embajada, no pido asilo político, no me voy a esconder, no me voy a matar. Voy a pelear. La única cosa que me motiva es pelear porque tengo una única cosa para defender y es mi inocencia.
Estoy dispuesto a ir hasta las últimas consecuencias para probar mi inocencia.
P: ¿Eso significa ir hasta el último momento de la campaña electoral?
R: Lógico, ¿por qué no iría? Está llena de personas que no tienen 1% de aceptación y quieren ser candidatos, ¿por qué yo que tengo 40% no querría ser?
P: ¿Tiene una agenda internacional durante la campaña?
R: Si se confirma mi candidatura, quiero viajar por algunos países de América Latina. Tengo una charla en Moscú, quiero ver si voy el próximo mes. Tendría que ir a China (…) Pero todo va a depender de la agenda porque tengo que hacer tres giras. Preciso coordinar mi vida aquí dentro para poder viajar.
DC | AFP