Hay una brecha creciente en las defensas de la Tierra, y esta vez se trata de su campo magnético.
Este campo no solo es responsable por el hecho de que nuestro planeta tenga un Polo Norte y uno Sur y que funcionen nuestras brújulas, sino que también representa un escudo vital que nos protege de la radiación dañina que constantemente nos bombardea desde el Sol o el espacio profundo.
De acuerdo con una nueva investigación, esta disrupción es parte de un patrón que ha durado más de 1.000 años. La última vez que ocurrió fue hace unos 780.000 años, aunque se volvió a acercar hace unos 40.000 años.
La región que más les preocupa a los científicos en este momento se llama Anomalía del Atlántico Sur. Es una gran extensión de campo electromagnético que cubre un área desde Chile hasta Zimbabue, y es Uruguay el que tiene su campo más debilitado. Algunos lo han llegado a denominar el ‘Triángulo de las Bermudas’ espacial.
Dentro de la anomalía, el campo es tan débil que resulta peligroso para los satélites de la Tierra entrar dentro, dado que la radiación adicional podría interrumpir sus dispositivos electrónicos.
«Hace tiempo que sabemos que el campo magnético está cambiando, pero no sabíamos si era inusual para esta región a largo plazo, o si era lo normal», asegura el físico Vincent Hare, de la Universidad de Rochester, en Nueva York.
Se piensa que el debilitamiento actual en el campo magnético de la Tierra —que se ha estado produciendo de una manera más activa durante los últimos 160 años— es causado por un vasto depósito de roca densa llamada African Large Low Shear Velocity Province, que se encuentra a unos 2.900 kilómetros debajo del continente africano.
El campo magnético es generado por el remolino de hierro líquido en el núcleo externo de la Tierra.
Sin embargo, es demasiado pronto para decir con certeza si este comportamiento conducirá a una reversión de polos completa, que de momento es una probabilidad.
DC / Sputnik