“Maliciosa propuesta, la Fracción Parlamentaria 16 de Julio rechaza todo diálogo incondicional con una dictadura que aspira a repetir infinitamente el sainete de República Dominicana”, señaló el diputado Luis Barragán.
“Todo lo que toca el régimen que, al fin y al cabo, lo es cuando nos desea partícipes de su anticultura, lo corrompe, incluyendo el lenguaje. Ya ha cumplido con su perverso objetivo de envilecer el término ‘diálogo’, adulterando su significado, descomponiéndolo de acuerdo a sus tácticas de terrorismo psicológico, pretendiendo confundir a la oposición convincentemente democrática y claramente firme en sus luchas cívicas”.
Comentó el parlamentario que el diálogo tuvo y tiene otro alcance real, en el contexto universal de los procesos de paz orientados al saneamiento político respecto a los pueblos que padecen las más duras dictaduras, sufren o están al borde de las guerras civiles.
“Sobran los ejemplos históricos de procesos muy sobrios y eficaces para la solución de los conflictos más cruentos que exigen un mínimo de requisitos que le conceaen una necesaria credibilidad, como la plena representatividad de las partes que mutuamente acuerdan una mediación internacional resueltamente imparcial, las cuales asumen cabalmente sus responsabilidades al rendir inmediata cuenta de sus diligencias. Lo que ha ocurrido en República Dominicana, ha sido un sainete que ha agudizado la emergencia humanitaria, la censura y la represión en Venezuela, y – ahora – pretenden replicarlo hasta el infinito subastando y perdiendo las oportunidades para afrontar la irremediable dictadura que padecemos, flotando cuales corchos en las aguas más turbias”.
Recordó el diputado Barragán que la Fracción 16 de Julio tuvo sobradas razones al oponerse al diálogo de República Dominica, ahora superiores al plantearse otro en cualquier isla del Caribe.
“Son pretexto de sendas giras internacionales, voceros que hablan en nombre de sí mismos y no de la oposición, antes y ahora se esmeran en plantear falsos diálogos que seguramente ya están de antemano acordados con la dictadura. Propuestas que, más más allá de un globo de ensayo, unilateralmente son lanzadas, arrastrando a su suerte a la oposición desavisada, a la larga se convierten en un modo de vida para los voceros que tanto desean cotizarse en la opinión pública, sin el menor reparo sobre las gravísimas consecuencias para una ciudadanía que exige – ante todo – respeto”.
Aludió al retroceso que evidencian los promotores del llamado diálogo, porque no cuentan ni les interesa contar con las convicciones y habilidades políticas necesarias para consultar siquiera a los integrantes de una oposición que va más allá de los partidos que lideran o dicen liderar.
Finalmente acotó el parlamentario de Vente Venezuela: “Creyentes o no, nos encontramos en una semana de profunda reafirmación de la esperanza compartida: superaremos el calvario del falso diálogo de mantenernos firmes en la fe hacia un país libre y democrático que nos espera, por el que luchamos día a día aún desde el testimonio del más modesto ciudadano”.
DC / NP