Según declaró el Servicio de Pesca y Vida Salvaje de EEUU, las aves anidaban en el islote desde hace décadas, pero en 2015 los voluntarios de la organización comenzaron a notar algo realmente extraño: los albatros tenían heridas en sus cabezas, patas y colas.
Para resolver este misterio, los biólogos instalaron cámaras cerca de los nidos y las grabaciones que obtuvieron los dejaron perplejos. Así, resultó que eran los ratones —y no depredadores más grandes como halcones o búhos— los que herían a las aves. Cada noche, se acercaban a los albatros por la espalda y bebían su sangre.
Según las estimaciones del Servicio de Pesca y Vida Salvaje, los roedores habrían acabado ya con la vida de más de 1.000 aves y habrían expulsado a muchos albatros de sus nidos habituales.
Pero, ¿cuál es la razón para explicar este fenómeno? Según los expertos, los ataques se deben a la sequía que afectó la región hace varios años y que habría obligado a los ratones a beber sangre debido a la escasez de agua dulce. Por su parte, los albatros no pueden abandonar sus nidos cuando están empollando sus huevos.
Los biólogos locales tienen previsto eliminar a los roedores invasores en la isla.
DC / Sputnik