Con la fe brotando de cada poro de su piel y con la boca llena de alabanzas para Él, los integrantes del grupo Peregrinos de la Divina Misericordia compartieron, en visita a PANORAMA, testimonios de los milagros concedidos por Jesús Misericordioso.
Reunidos en la urbanización La Paz, de Maracaibo, los vecinos dieron inicio hace 10 años a un tributo en la comunidad para rendir honores a Él en su día previo al Domingo de la Misericordia.
Todo comenzó como un encuentro entre devotos en el patio de la casa de la familia Campos. En el primero se reunieron 92 personas, número que superaron el año pasado, con la asistencia de 650 feligreses contagiados por la fe y la admiración al Misericordioso. Cada año, los preparativos toman meses de anticipación para rendir honores a Jesús el sábado antes de la concurrida caminata dominical, con la que, aseguran, no compiten.
“No buscamos competir con la caminata dominical que cada año hace la Fundación María Camino a Jesús”, explicó Jhonny Campos, precursor, junto a su esposa, del grupo de adoración, quien dijo que por el contrario, se reúnen para agradecer y celebrar la divina presencia del Altísimo en sus vidas y en sus familias.
El grupo tiene una imagen de Jesús de la Misericordia que llevan a hogares, hospitales, casas y espacios que lo requieran. “Esta imagen ha sido partícipe de 700 casos de sanación, de gracia y de milagros”, explicó Campos, exaltando el alcance de la imagen que le fue donada por un hombre, como símbolo de agradecimiento por la sanación que protagonizó ante un irreversible veredicto oncológico que se disipó.
“Le prometí que si me sanaba, dedicaría mi vida a Él”
Con una tumoración de 15 kilos en el área abdominal llegó la desesperación a la vida de Beatriz Pineda. “Sentía que iba a morir y no había hecho nada con mi vida más allá de buscar lo material, entonces le prometí a Jesús de la Misericordia que si me sanaba dedicaría mi vida a Él”, dijo la peregrina. Con la promesa, el diagnóstico que parecía irreversible, se derrumbó para tornarse en un milagro.
Joven en accidente de tránsito en Ecuador recuperado en 20 días
Las oraciones no se detuvieron al conocer el suceso que casi le arrebata la vida al joven. Ayudados de una fotografía, el fervor superó cada kilómetro entre Venezuela y Ecuador, para pedir a la Divina Misericordia de Jesús que sanara las 5 fracturas craneales, producto de un terrible accidente vial. Luego de 20 días de oración, la recuperación inmediata del joven sorprendió a la comunidad.
“No hay día que no me aferre a Él: me sanó y me concedió un nieto”
Ligada a la Iglesia Católica por tener un hijo sacerdote, María de Villasmil dio adiós al lupus y nódulos tumorosos en la tiroides que requerían de inmediata operación, gracias al poder de la oración, según afirmó. Además, relató cómo pidió con gran fervor que le concediera a su hijo la posibilidad de criar a su nieto. “No hay día que no me aferre a Él: me sanó y me concedió un nieto”, señaló.
DC / Panorama