Tras días de espera y confusión en torno a la razón por la cual Rusia y Siria estaban bloqueando el acceso a los expertos de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) enviados a Siria para investigar el supuesto ataque químico del pasado 7 de abril, los investigadores del organismo internacional pudieron entrar este martes en la ciudad siria de Duma, informó la agencia oficial de noticias siria SANA.
“Los expertos de la Organización de las Armas Químicas entran en la ciudad de Duma”, situada en Guta Oriental, el que fue el bastión opositor a las afueras de Damasco, aseguró la fuente en un escueto mensaje. La agencia no ha aportado más detalles al respecto y la OPAQ no ha emitido ningún comunicado confirmando esta información.
La OPAQ denunció que sus investigadores no pudieron acceder a la localidad debido a “cuestiones de seguridad”
Sin embargo, Rusia -aliada de Siria en el conflicto árabe- ya anunció ayer que la OPAQ tendrá “seguridad” para comenzar hoy martes la investigación. Se esperaba que las unidades rusas y sirias -desplegadas ambas en la ciudad- terminasen de limpiar la carretera de Damasco a Duma de las minas plantadas por los rebeldes de la facción Ejército del Islam, que ocupaban anteriormente la localidad.
Ayer la OPAQ denunció que sus investigadores no pudieron acceder a la localidad debido a “cuestiones de seguridad” alegadas por Rusia y Siria.
Además, este equipo, que llegó a Damasco el pasado sábado, recibió una oferta de las autoridades sirias para trasladar a la capital a un total de 22 supuestos testigos de lo ocurrido en Duma, donde según dos ONG apoyadas por Washington, un total de 42 personas perecieron con síntomas de asfixia, aunque ninguna otra fuente lo confirmó.
Estados Unidos mostró ayer su preocupación por que Rusia haya podido manipular cualquier vestigio y llamó a todas las partes implicadas en el conflicto a permitir una investigación “segura, rápida y con total acceso” a la OPAQ.
Los sospechas del ataque supuestamente realizado con sustancias químicas fue el detonante de un bombardeo conjunto lanzado el pasado sábado por EE.UU., Francia y el Reino Unido contra posiciones gubernamentales ligadas al programa de armamento químico de Damasco.
Estados Unidos mostró ayer su preocupación por que Rusia haya podido manipular cualquier vestigio
DC / La Vanguardia