México y la Unión Europea (UE) lograron este sábado un acuerdo «de principio» en las negociaciones de modernización de su tratado de libre comercio vigente desde 2000, en un contexto marcado por la sombra del presidente estadounidense, Donald Trump.
«Tras meses de intensas negociaciones», «hemos alcanzado un acuerdo de principio en comercio e inversión entre la UE y México» en el marco de la modernización del Acuerdo Global, anunciaron en un comunicado conjunto México y la Unión Europea.
Sin embargo, todavía quedan «cuestiones técnicas pendientes» que resolver por los negociadores, señalaron. El texto legal definitivo podría estar listo para «finales de año» de cara a su posterior aprobación, según la Comisión Europea, que negocia en nombre de los 28 países europeos.
México y la UE empezaron en mayo de 2016 las negociaciones para modernizar su Acuerdo Global, que decidieron acelerar tras la llegada en enero de 2017 de Donald Trump a la Casa Blanca. El objetivo era alcanzar un principio de acuerdo a finales del año pasado.
Pero varios escollos lo imposibilitaron, entre ellos una mayor flexibilidad para las exportaciones de vehículos mexicanos al bloque y la voluntad de la UE de una mayor protección de sus productos lácteos en México, donde este sector es sensible.
Como en diciembre, el ministro mexicano de Economía, Ildefonso Guajardo, viajó a Bruselas para reunirse el sábado con la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, y con su par de Agricultura, Phil Hogan. En esta ocasión sonó la flauta.
– 340 productos de la UE, protegidos –
El acuerdo vigente desde el año 2000 ya cubre buena parte del comercio de bienes industriales. El nuevo permitirá que «prácticamente, todo el comercio de bienes entre la UE y México esté libre de aranceles, incluso en el sector agrícola», según la Comisión.
Productos como leche en polvo, queso, chocolate, pasta o carne de cerdo producidos en Europa tendrán un mayor acceso al mercado de México, que a su vez se compromete a proteger 340 indicaciones geográficas de productos europeos, como quesos y vinos, indicó el ejecutivo comunitario sin precisar cuáles.
Los europeos, por su parte, «eliminarán los aranceles a productos mexicanos como jugo de naranja, el atún, la miel, el jarabe de agave, la ovoalbúmina, y frutas y vegetales», precisó en un comunicado el gobierno mexicano, subrayando que se «logró proteger» productos sensibles como los «lácteos».
El sector lácteo era uno de los aspectos más delicados para los mexicanos que, a su vez, querían reglas de origen más flexibles para sus exportaciones de vehículos al bloque europeo. Por el momento, los detalles sobre el sector automotor no se dieron a conocer.
La UE quería también un acceso para sus empresas a los mercados de licitación pública de las regiones, más allá del ámbito federal. México, que celebra elecciones presidenciales en julio, se comprometió «a entablar negociaciones con los Estados mexicanos» para tal fin y de cara a la firma final del acuerdo, según Bruselas.
Uno de los puntos novedosos es la inclusión de disposiciones para luchar contra la corrupción «con medidas para actuar contra el soborno y el blanqueo de dinero». Asimismo, el acuerdo prevé la liberalización del acceso mutuo a servicios como el comercio electrónico y las telecomunicaciones.
– ‘Una señal al mundo’ –
La segunda economía latinoamericana avanza así en su objetivo de diversificar su mercado, máxime cuando un 80% de sus exportaciones tienen como destino el Estados Unidos de Trump, quien impuso tanto a México como a Canadá la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
De la evolución de esas negociaciones depende que Donald Trump aplique finalmente sus controversiales aranceles al acero y aluminio, de los que eximió temporalmente a México y a otros socios comerciales, como la UE. Su decisión final debería llegar en mayo.
En este contexto, el anuncio de este sábado «envía una señal al mundo de que México y la UE están abiertos para los negocios» y creen «en un comercio abierto, justo y sostenible», en palabras de Malmström, artífice de los acuerdos de los 28 con Canadá y Japón en los últimos años.
«La modernización de este instrumento amplía nuestros mercados y nos consolida como socios prioritarios de uno de los bloques económicos más relevantes del mundo», tuiteó por su parte el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, de visita oficial en Europa.
Desde la entrada en vigor del Acuerdo Global, el comercio a ambos lados del Atlántico progresó a un ritmo del 8% anual, que permitió «un aumento global del comercio de mercancías del 148%» desde entonces, según el Ejecutivo comunitario.
En 2017, las exportaciones mexicanas hacia la UE alcanzaron a los 24.000 millones de euros, mientras que México, el duodécimo socio comercial de los europeos, importó del bloque bienes por 38.000 millones de euros, según datos de la Comisión.
DC / AFP