El presidente francés, Emmanuel Macron, vuelve a reunirse el lunes en Estados Unidos con su homólogo Donald Trump, al que espera convencer sobre muchos de sus puntos de desacuerdo, aunque no tenga la certeza de ser escuchado por quien llama su «amigo».
Macron, primer dirigente extranjero en ser recibido por Trump con los honores de una «visita de Estado», será acogido con gran pompa, con una cena privada en el emblemático marco del Mount Vernon, la histórica residencia de George Washington, una ceremonia en el jardín de la Casa Blanca y una velada en sus salones.
Estos dos hombres, tan diferentes, tienen sin embargo un punto en común: ambos lograron una victoria electoral considerada durante mucho tiempo como inimaginable.
Macron elogia «una relación muy personal» con el 45º presidente estadounidense y aseguraba esta semana en la revista Vanity Fair apreciar sus conversaciones «muy directas» con Trump.
Pero ambos dirigentes tienen posiciones diametralmente opuestas en mucho asuntos, desde el clima hasta Irán, pasando por el libre comercio.
– Irán, tema central –
La gran divergencia sobre el acuerdo relativo al programa nuclear de Irán debe centrar buena parte de las conversaciones entre Trump y el presidente francés, que hablará el miércoles en inglés ante el Congreso estadounidense.
Dentro de tres semanas, Trump debe tomar una decisión sobre este acuerdo, que había prometido «romper» durante su campaña electoral, y que fue fruto de largos años de negociaciones internacionales con el objetivo de impedir que Irán se dotara del arma atómica.
La presidencia francesa, que considera esencial preservar este acuerdo, se declara «extremadamente prudente» sobre las posibilidades de convencer a Trump, ya que «las señales no son alentadoras».
Otra clara divergencia transatlántica, y fuente de tensiones, es la exención de aranceles aduaneros sobre el acero y el aluminio para los países de la UE que expira el 1 de mayo.
Respecto a Siria, Washington, Londres y París coordinaron sus bombardeos en respuesta al presunto ataque químico cerca de Damasco, atribuido al régimen de Bashar Al Asad.
Macron se vanaglorió de haber «convencido» al presidente estadounidense de que «permaneciera más tiempo» en Siria. Pero horas más tarde, la Casa Blanca desmintió y recordó que Trump sigue queriendo que «las fuerzas estadounidenses vuelvan a casa lo más pronto posible».
En lo referente al acuerdo de París de 2015 contra el calentamiento climático, Emmanuel Macron esperaba todavía el pasado otoño boreal convencer a Trump de que reintegrara a su país. Pero el tema parece ahora relegado a un segundo plano.
– Enfoque realista –
En todos estos temas, «Emmanuel Macron podría esperar convencer a Donald Trump, pero hasta ahora los resultados han sido muy limitados», admite Benjamin Haddad, investigador del Hudson Institute de Washington.
Pero el enfoque «realista» del presidente francés podría dar resultados en otros ámbitos, añade, citando la lucha contra el terrorismo.
Para París, el apoyo de Estados Unidos en la lucha contra los yihadistas en la región del Sahel sigue siendo en efecto una prioridad.
El presidente francés acude a Washington como representante de Europa, especialmente en el diferendo comercial. Macron «es para Donald Trump lo que Angela Merkel era para Barack Obama, un interlocutor central y confiable» y por ello «puede emerger como el líder diplomático de la Unión europea y ganar crédito para su agenda de reformas en la UE» opina el experto.
DC / AFP