La rotura de una represa el miércoles por la noche en el centro de Kenia causó al menos 41 muertos, entre ellos 20 niños, arrollados por el agua y el lodo.
El país, que sale de una sequía aguda, sufre desde el comienzo de la temporada de lluvias en marzo inundaciones que se cobraron al menos 170 vidas.
La represa privada de Patel, en el municipio de Solai, cerca de Nakuru (a unos 160 km al norte de Nairobi), cedió hacia las 21H00 del miércoles y sus aguas se llevaron por delante las viviendas modestas de esta zona rural.
Toda la noche, los socorristas, con la Cruz Roja local a la cabeza, trabajaron para auxiliar a los supervivientes y recoger los cuerpos de las víctimas.
«Actualmente tenemos 41 muertos en esta tragedia», declaró a la AFP Gideon Kibunjah, responsable policial regional, que precisa que 20 de las víctimas son niños. Un balance anterior era de 27 muertos.
«Es una catástrofe porque la mayoría de los habitantes estaban durmiendo cuando se produjo la tragedia», añadió.
Al menos 36 personas ingresaron en establecimientos médicos de la región.
«Estábamos cenando (…) con mis padres y mi hermano pequeño. No sé dónde están. Las aguas me arrastraron pero, por suerte, pude agarrarme a un árbol y me quedé así hasta que el agua bajó», contó Ngugi Njoroge, en un hospital.
Luego «pedí ayuda. Si estoy vivo es gracias a Dios», añadió Njoroge.
Fuentes locales afirmaron a la AFP que la represa se usaba para irrigar las granjas aledañas y cerca de ella había viviendas de obreros agrícolas.
– Temporada de lluvias –
En las fotografías de la tragedia se ve a socorristas entre los escombros de casas de madera y con tejados de uralita.
Según una estimación de la Cruz Roja keniana, alrededor de 500 familias se vieron afectadas por la catástrofe.
Más de 170 personas murieron en Kenia por inundaciones desde el comienzo de la temporada de lluvias en marzo, si al último balance del gobierno keniano hecho público el miércoles (132 muertos) se añaden las víctimas de la rotura de la represa de Solai.
En Kenia hay dos temporadas de lluvias anuales: una corta, de octubre a diciembre, y una larga, entre marzo y junio. Las tres últimas fueron escasas en precipitaciones pero en la actual cayeron lluvias torrenciales sobre buena parte del país y el resto de África del Este.
La Cruz Roja keniana lanzó recientemente un llamamiento pidiendo 5 millones de dólares (cuatro millones de euros) para ayudar a los damnificados en 32 de los 47 condados del país.
Las inundaciones arrollaron puentes y casas. En varias regiones el ejército rescató por helicóptero a los habitantes atrapados en casas anegadas por las aguas.
En Ruanda, 215 personas murieron desde enero en inundaciones y deslaves causados por las intensas lluvias, según el ministerio encargado de la gestión de las catástrofes naturales.
Las lluvias torrenciales también se abatieron sobre Somalia, después de una fuerte sequía. La ciudad de Beledweyne, en el centro-sur del país, sufrió inundaciones después de que las aguas del río Shebelle se salieran de su cauce. La AMISOM (misión de la Unión Africana en Somalia) tuvo que intervenir para evacuar a unos 10.000 habitantes.
DC / AFP