El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) registró 927 protestas en abril de 2018, equivalente a un promedio de 31 manifestaciones diarias. Esta cifra representa un incremento de 25% en comparación con el mismo periodo del año pasado. Una evidencia de la profundización del colapso en Venezuela.
89% de las protestas fue para exigir derechos económicos, sociales, culturales y ambientales (DESCA). Y 11% para para exigir derechos civiles y políticos (DCP).
El mes de abril de 2018 se caracterizó por:
* Continúan las protestas por servicios básicos, principalmente: electricidad, gas doméstico y agua potable.
Protestas por alimentos y medicinas.
* Colapso en el servicio de transporte.
* Movilización de partidos políticos y sociedad civil en rechazo a la próxima jornada de votación del 20 de mayo.
Cierres de calle y concentraciones como las principales modalidades de protesta.
De las 927 protestas documentadas en abril, 395 fueron combinadas, es decir, se exigieron distintos derechos simultáneamente. En términos porcentuales esta modalidad representó el 43% del total registrado.
Precariedad en servicios básicos
Las calles han sido escenario de protestas para los ciudadanos que a diario sufren la precariedad de los servicios básicos necesarios para gozar de una vivienda digna, adecuada, higiénica, segura y cómoda. Los cortes de energía eléctrica afectaron el desenvolvimiento de actividades comerciales, educativas, domésticas, culturales e incluso la salud pública.
De las 927 protestas registradas, al menos 338 estuvieron vinculadas a la precariedad en servicios básicos. Un promedio de once protestas diarias.
Las constantes fallas en la distribución de gas doméstico han generado descontento en hogares venezolanos, siendo las ciudades y poblados del interior los más afectados. Las personas se ven obligadas a implementar antiguas técnicas para la preparación de las comidas, y a cambiar sus hábitos alimenticios para adecuarse a las condiciones de vida actuales (menos gas, menos electricidad y menos alimentos).
Adicionalmente, cada vez son más las protestas exigiendo la prestación o restitución del servicio de agua potable, que se ha visto afectado en innumerables comunidades, por presuntas fallas en las tuberías, generando el cobro excesivo por parte de camiones cisternas, incremento sin control sanitario de los negocios que venden botellones de agua potable, aumento de enfermedades, paralización de clases, servicios médicos y otras vicisitudes.
La Patilla