La Franja de Gaza vivió hoy el primer viernes de Ramadán en una inusual y relativa calma que sucede a seis semanas de protestas junto a la frontera con Israel que se saldaron con más de un centenar de muertos y miles de heridos.
Después de seis viernes de concentraciones masivas, solo unos cientos de personas se acercaron hoy hasta la frontera, donde habían sido convocadas por la comisión nacional de la Gran Marcha del Retorno para conmemorar a los palestinos muertos desde el 30 de marzo, cuando comenzaron las movilizaciones para pedir el derecho al retorno de los refugiados.
Las altas temperaturas y la celebración del primer viernes del mes sagrado del ramadán, durante el que se practica el ayuno más estricto, podrían haber influido en la baja participación.
Los palestinos volaron cometas en las que colgaron artefactos incendiarios que traspasaron la valla y cayeron en territorio israelí, causando grandes fuegos en tierras agrícolas, según pudieron comprobar testigos.
«Cerca de mil alborotadores están juntándose ahora en cinco localizaciones a lo largo de la valla de seguridad de Gaza. Unos cuantos cientos de manifestantes están situados dentro de la Franja», dijo el Ejército israelí en una nota en la que aseguró que estaban lanzando piedras y quemando ruedas.
«El Ejército está respondiendo con medios antidisturbios, lanzando rondas selectivas de fuego real y operando de acuerdo con las reglas de combate», expuso.
Veinte palestinos fueron heridos de bala, mientras que otros treinta y seis, incluido un fotógrafo local, recibieron atención médica por el impacto de botes de humo e inhalación de gases lacrimógenos, informó el Ministerio de Sanidad de Gaza.
Además, once personas que habían sido heridas el día 14, cuando se registró una sangrienta movilización en rechazo al traslado de la Embajada de EE.UU. a Jerusalén en la que se registraron 60 muertos, fueron transferidos en ambulancia a Jordania para tratamiento médico urgente.
El Ejército israelí comunicó hoy que tras una evaluación de la situación, estaba «preparado para diferentes escenarios ante los disturbios planeados en la Franja», aunque la prensa local se hizo eco de informes que aseguraban que se esperaba que la situación no escalara tras una semana de gran tensión.
«No permitiremos ninguna violación de la soberanía israelí u ofensa a la infraestructura de la valla de separación», anunció la la portavocía militar.
Desde el 30 de marzo, 110 palestinos han muerto en incidentes violentos cerca de la divisoria o en las protestas impulsadas por las facciones políticas y sociales en Gaza, aunque Israel insiste en el carácter violento de las movilizaciones y asegura que Hamás las usa para acercarse a la valla, dañarla y cometer ataques.
Los palestinos, por su parte, defienden su derecho a manifestarse y denuncian, como ha hecho parte de la comunidad internacional, una respuesta israelí desproporcionada.
Por el momento y a pesar de que la llamada «Gran Marcha del Retorno» estaba prevista hasta el 15 de mayo, cuando los palestinos conmemoraron 70 años de desposesión y exilio que supuso para ellos el establecimiento de Israel, el jefe político de Hamás, Ismail Haniye, dijo hoy que seguirán apoyándola hasta que logre sus objetivos, incluido el fin del bloqueo.
El dirigente islamista negó que Egipto les haya transmitido una supuesta petición israelí para que pongan fin a las movilizaciones y celebró la orden del presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, de abrir el paso fronterizo de Rafah durante el mes sagrado de Ramadán «para aliviar las cargas de los hermanos de la Franja».
Egipto mantiene cerrada su frontera con Gaza y solo la abre de manera excepcional, lo que refuerza el bloqueo impuesto por Israel desde que Hamás, al que la Unión Europea y EE.UU. consideran un grupo terrorista, se hizo con el control del enclave en 2007.
«Estamos presenciando pasos serios para levantar el bloqueo (…) Esto nunca se hubiera conseguido sin los sacrificios de la gente que ha vivido 11 años bajo bloqueo y aún son fuertes», alabó Haniye, quien recibió hoy una llamada del presidente turco.
Recep Tayyip Erdogan telefoneó antes del inicio en Estambul de una cumbre extraordinaria de la Organización para la Cooperación Islámica para reaccionar a lo que denominó como reciente «masacre» de manifestantes palestinos en la Franja de Gaza, informó un comunicado.
DC / EFE