Nicaragua amaneció hoy con denuncias de ruptura a la tregua declarada tras un ataque a estudiantes de la Universidad Nacional Agraria (UNA) -cuyo rector acusó a la Policía Nacional, que a su vez lo negó-, y que dejó al menos cuatro heridos.
El ataque ocurrió la noche del sábado y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que realiza una jornada de trabajo en el país, constató cuatro heridos, ninguno de gravedad.
Estudiantes que se encuentran atrincherados en la UNA, estatal, y pobladores de barrios aledaños denunciaron un ataque policial frente al recinto académico, ubicado cerca del Aeropuerto Internacional «Augusto C. Sandino», que dejó al menos cuatro heridos.
«En mi carácter de rector de la Universidad Nacional Agraria, expreso mi enérgico rechazo a la acción policial registrada en contra de nuestros estudiantes que protestaban frente a la universidad», indicó en un pronunciamiento Telémaco Talavera Siles, rector de la UNA y asesor del Gobierno.
«Reitero nuestro total repudio a todo acto de violencia y hago un llamado a respetar los acuerdos tomados por todos los sectores en la Mesa de Diálogo», agregó el académico, quien participa en la mesa de negociaciones por parte de las universidades.
El subdirector de la Policía Nacional, Francisco Díaz, negó que sus oficiales hayan atacado a estudiantes.
«La Policía Nacional hace del conocimiento a nuestro pueblo que no es cierto y desmentimos categóricamente que en el sector de la Universidad Nacional Agraria haya presencia policial. Esa información es una manipulación en las redes sociales. No es cierto que en ese sector hay presencia policial», dijo Díaz a través de medios oficiales.
El secretario ejecutivo de la CIDH, el brasileño Paulo Abrao, visitó el lugar en altas horas de la noche y constató los heridos.
«Aquí en la Universidad Agraria ya conversamos con los dos heridos y también todos los demás estudiantes. Otros dos jóvenes están siendo atendidos en el hospital. Están bien, a pesar de lo que ha pasado. Acompañamos y registramos. Todos ya ingresaron para dentro del campus», informó en su cuenta de Twitter.
Tras ese incidente, otro subdirector de la Policía Nacional, Ramón Avellán, denunció a través de medios oficiales que «grupos delincuenciales de Masaya», 28 kilómetros al sureste de Managua, atacaron la estación policial de esa ciudad.
El Gobierno de Nicaragua y los otros sectores se comprometieron el vieres pasado a detener los actos de violencia y anunciaron una tregua de dos días.
En ese sentido, según esos acuerdos, se obliga al Ejecutivo «a retirar a sus cuarteles a la Policía y retirar fuerzas de choque, y simpatizantes del Gobierno», y a la sociedad civil a aunar esfuerzos para propiciar mejores condiciones al diálogo, normalizar el tránsito y continuar en un mejor clima el lunes 21 de mayo.
De igual manera todos los sectores reconocieron la necesidad imperiosa de respetar el derecho de reunión, manifestación y protesta cívica y pacífica.
Nicaragua cumple hoy 33 días de una crisis que ha dejado entre 61 y 65 muertos, según cifras de organizaciones humanitarias.
La crisis incluye multitudinarias manifestaciones a favor y en contra del presidente Daniel Ortega, que comenzaron con protestas en oposición a unas fallidas reformas a la seguridad social y que continuaron debido a las víctimas mortales de los actos represivos.
DC / EFE