El cuerpo sin vida del montañero japonés Nobukazu Kuriki, el primero en intentar subir al techo del mundo tras el terremoto que en 2015 causó más de 9.000 muertos en Nepal, fue encontrado este lunes en el Everest por un grupo de sherpas.
Kuriki había alcanzado los 7.400 metros junto a los cuatro sherpas que le acompañaban, pero anoche llamó al campo base pidiendo que le fuesen a rescatar ya que «no se encontraba bien», explicó a Efe Tikaram Gurung, director de la compañía que organizaba su expedición, Bochi Bochi Treks.
Un grupo de sherpas le encontró esta mañana a unos 7.000 metros, por lo que Gurung, un reconocido alpinista en su país, cree que se pudo haber caído y golpeado la cabeza contra un bloque de hielo mientras trataba de descender el domingo por la noche.
El funcionario del Ministerio de Turismo nepalí Gyanendra Shrestha también confirmó a Efe desde el campo base la muerte del japonés, de 36 años, y precisó que el cadáver ya ha sido trasladado por aire hasta Katmandú.
En su último mensaje ayer en la red social Facebook, el montañero afirmó que estaba a 7.400 metros y sentía «dolor» y las «dificultades» del Everest, por lo que anunció que procedería «cuidadosamente» a partir de entonces.
En septiembre de 2015, Kuriki se convirtió en el primer escalador en tratar de hacer cumbre en el techo del mundo tras el seísmo ocurrido en abril de ese año, pero acabó descendiendo del último campo ante las dificultades para completar el tramo final de la escalada.
El campo base del Everest y los primeros campos de esta montaña, que forman parte de la ruta de escalada al pico más alto del mundo, resultaron afectados por el seísmo, que provocó una avalancha que incomunicó la zona durante más de una jornada y dejó 19 muertos.
Kuriki, quien perdió nueve dedos por congelación durante un intento anterior para alcanzar la cumbre más alta del mundo, ya había tratado de subir anteriormente en varias ocasiones.
DC / EFE