Mariano Rajoy, presidente del gobierno conservador español, se encontraba este viernes aislado ante la moción de censura de la oposición socialista y el abandono por sus aliados de Ciudadanos, después de que su Partido Popular (PP) fuera condenado por beneficiarse de una trama corrupta.
Al día siguiente de conocerse la condena, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), primera formación opositora, liderada por Pedro Sánchez, registró en la cámara baja una moción de censura que se debatirá no antes de una semana.
El objetivo es formar un gobierno alternativo al de Rajoy, quien replicó enérgicamente diciendo que la moción «va contra la estabilidad en España», sacudida por la crisis catalana, y tiene como único propósito hacer presidente a Sánchez «a cualquier precio y con quien sea».
Para salir adelante, la moción socialista deberá contar con 176 diputados sobre un total de 350.
Esta mayoría requeriría el apoyo de la izquierda radical Podemos, que ya se lo ha dado, y también de los partidos nacionalistas vascos y catalanes, una opción complicada ya que Sánchez ha hecho frente común con el gobierno del PP ante el desafío independentista en Cataluña.
Dicha mayoría se anuncia como la única posible, pues el partido liberal Ciudadanos, que rivaliza con el PP en los sondeos, no apoyará la moción de censura y exige en su lugar que Rajoy convoque elecciones «en las próximas semanas».
«Apoyamos la solución democrática: o convoca elecciones Rajoy o el Congreso con moción instrumental», indicó el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, añadiendo que la condena «ha liquidado la legislatura».
Y es que Ciudadanos, que pretende en el futuro gobernar España, no está dispuesto a entregarle el poder a los socialistas.
«La moción presentada por el señor Sánchez, suponemos que con el apoyo de populistas y separatistas, no es la moción de Ciudadanos. No vamos a estar ahí, nos vamos a oponer a esa moción», expuso el número dos del partido, José Manuel Villegas.
– La caja negra del PP, probada –
La crisis estalló al día siguiente de que la justicia anunciara las condenas de la llamada «trama Gürtel». Ésta consistía en un sistema por el que entre 1999 y 2005 se sobornó a dirigentes del PP en distintos puntos de España, para que concedieran contratos públicos a empresas «amigas».
En el marco del caso, la Audiencia Nacional condenó a 33 años de prisión al exgerente y extesorero del PP Luis Bárcenas (1988-2009), que según la sentencia gestionó desde 1989 una contabilidad paralela en el partido.
Igualmente, la justicia condenó al PP a pagar 245.492 euros como «partícipe a título lucrativo» de la trama corrupta, una decisión que será recurrida por el partido conservador, presidido por Rajoy desde 2004.
– Cae la bolsa de Madrid –
Según Antonio Barroso, analista del centro Teneo Intelligence, la moción de censura tiene unas probabilidades de éxito del 20%, ya que a su juicio «los partidos de oposición son incapaces de coordinarse para echar a Rajoy».
Ignacio Varela, consultor político, cree en cambio que «Sánchez puede ganar la moción de censura con una mayoría Frankenstein». Pero ésta, al ser demasiado heteróclita, no le permitirá gobernar, pues lo obligaría a negociar «cada paso» con los independentistas catalanes, con los que ha tenido últimamente duros cruces de declaraciones.
Por ello, estima que el escenario más plausible es que Sánchez saque adelante la moción y que «inmediatamente después anuncie la convocatoria de elecciones» anticipadas.
La tensión se trasladaba también a la bolsa de Madrid, donde el índice Ibex 35 de los principales valores perdía un 2,06% hacia las 13H00 GMT.
El PP mientras tanto no ha dejado de defenderse. La formación conservadora anunció de inmediato que recurrirá la decisión, destacó que la condena no concierne formalmente al gobierno y enfatizó que el beneficio obtenido -según la justicia- de la trama de financiación ilegal se circunscribe a dos localidades cercanas a Madrid, Pozuelo de Alarcón y Majadahonda.
«No se ha condenado a ningún miembro del gobierno que se pretende ahora censurar», dijo Rajoy, añadiendo que su propósito es agotar la legislatura, hasta mediados de 2020: «yo quiero que la legislatura dure cuatro años e intentaré que así sea».
En total, 29 acusados fueron condenados a 351 años de cárcel a propósito de la trama Gürtel, incluyendo al cabecilla de la misma, el empresario Francisco Correa, sentenciado a 51 años de prisión.
DC / AFP