Existen razones históricas, políticas y personales para que la suerte de Colombia sea para mí una prioridad. Los próceres venezolanos: Bolívar y Urdaneta sobre todo, se las jugaron todas en suelo Neogranadino por la libertad del Continente.
El prócer Zuliano, nuestro paisano: el brillante General Rafael Urdaneta fue Presidente de la Gran Colombia. Este excepcional personaje, además de su historia y coraje lo tengo siempre presente; nací el 24 de octubre como él y mi abuela Inés Delia forma parte de su linaje familiar.
La hermana República de Colombia desde su gesta de independencia hasta hoy conforma con Venezuela la más estrecha y amorosa forma de integración que la humanidad pueda señalar.
Mi hijo mayor Luis Esteban, hoy vecino de Florida se formó en el vientre de una Barranquillera; los colombianos son los hermanos predilectos.
Colombia y especialmente Barraquilla fue lugar histórico en el exilio de líderes democráticos Venezolanos como: Rómulo Betancourt, Luis Beltrán Prieto Figueroa, Jesús Ángel Paz Galarraga, Carlos Andrés Pérez, Américo Martin entre otros, durante la dictadura militar de Pérez Jiménez; allí se redactó un gran documento político llamado el Plan de Barranquilla.
Ocupa un lugar muy especial para mí el recuerdo del maestro Rafael Escalona, conservo todas las fotografías, la bohemia con sello negro, sus temas y en mi biblioteca su libro la casa en el aire, autografiado con la tinta verde de su pluma; cuando cambio de paisaje mis lágrimas se sumaron a las de su pueblo, se fue un amigo muy insigne.
La confrontación electoral de Colombia será favorable a Iván Duque, líder de las nuevas generaciones, formado para el oficio público, en proceso de asumir las riendas de una nación que merece el mejor destino. Comparto su propuesta productiva, moderna y orientada hacia la equidad. Un político centrado, sin heridas en el alma, gladiador de retos, agudo y tolerante en el debate.
Los detractores de Iván son tan superficiales que pretenden acusarlo de títere de Uribe, este argumento es una vaca flaca, no da leche sino lastima.
En los debates ha demostrado capacidad y elocuencia. El contendor Gustavo Petro, es un político constante, buen parlamentario, prisionero del dogmatismo ideológico de la mayoría de la izquierda vieja, incapaz de repensarse y anclada en el fracasado modelo Cubano, signado por el autoritarismo y las políticas confiscatorias que arruinaron a Venezuela. La alianza de Petro con las FARC, ELN y otros grupos radicales son un tufo que no digieren las mayorías Colombianas, prueba de ellos fueron los escuálidos 50.000 votos de las FARC en todo el país. Un estrepitoso fracaso.
La falta de compromiso democrático son una variable muy seria en este proceso, la nueva sociedad debe estar fundamentada en: la libertad, la igualdad de oportunidades, la ética y la productividad.
Las nuevas generaciones reclaman con razón garantías para su futuro, Colombia requiere esos cambios con Democracia y Progreso; Iván Duque es una garantía para la modernización, el estímulo a la inversión nacional y extranjera, con potencial para el éxito en los retos planteados.
Colombia no necesita un confiscador, un vengador pasando facturas, requiere cambios que se van a llevar por delante a los extremos y la arrogancia, que hoy día caracterizan a muchos políticos incapaces de escuchar la hierba cuando crece.
En Colombia el madurismo será derrotado por DUQUE, un Presidente en sintonía con la estrategia internacional de cambios democráticos.
Dios bendiga a Colombia.
DC / José Luis Pirela / Diputado AN por San Francisco – Zulia / http://movimientoprogresista.org.ve / @joseluispirelar