La forma de comprar -cualquier cosa- ha cambiado con los avances tecnológicos. El ritmo de vida, las largas distancias, la cantidad de trabajo y el poco tiempo que queda para el entretenimiento y descanso han incidido también en la forma en que las personas compran cosas. Y la ropa de los niños no es la excepción. Así, la forma de consumir ha cambiado y también los sitios. Cada vez menos personas acuden a lugares a comprar, porque prefieren hacerlo por internet.
Además de que es mucho más seguro y más práctico también los precios son muchas veces menores. Aun así, a la hora de comprar la ropa de los pequeños la calidad de los tejidos impera sobre el precio. Y esto es básicamente porque los chicos tienen que estar cómodos, frescos y sentirse bien.
Por lo tanto, lo más importante a la hora de comprar este tipo de prendas es que estén fabricadas con tejidos naturales, orgánicos o de tacto agradable. El material con el que está fabricada la ropa infantil es fundamental a la hora de elegir la ropa de los niños y la industria está muy consciente de ello.
Por muy avanzada que esté la tecnología una camiseta de algodón siempre será la más cómoda y preferida. Entre los materiales predilectos para los niños están el algodón, el denim y la lana. Los tejidos son más importantes que el precio y el diseño a la hora de comprar el vestuario.
Aunque también hay cambios en las modas de los chicos que han dejado el estilo clásico de lado y prefieren vestirse de forma moderna o deportiva, muchas veces imitando modas de adultos, lo cierto es que la comodidad es la que suele mandar. Y es que no se puede tener a un niño, bebé, infante o ya mayorcito -de 6 a 11 años- con una ropa incómoda, por más que esté a la moda. La sensatez y el sentido común también inciden.
DC / Kien y ke