Nosotros: La reingeniería política. Por Johnny Galue (@COOTUR)

La abstención deslegitimo tanto al Régimen como a los Sectores de Oposición. Demos los primeros Pasos

Ya  no valen las clásicas instituciones que diseñaron  la democracia, ni la economía que tiende a ver el futuro como un recurso más, ni el derecho que entiende la justicia como el resultado de los hechos y carece de instrumentos para anticipar los derechos de quienes vienen después. Ninguno de estos sistemas está hoy por hoy, equipado para entender y regular, el porvenir.

El porvenir, se ha convertido en un problema en las sociedades modernas, por lo que se debe de proceder, a una reforma de la política. El mayor desafío, será en volver a pensar y articular en la práctica la relación entre acción, conocimiento y responsabilidad. Tenemos que proceder a una relegitimación de nuestras intervenciones en el futuro, de nuestras condiciones de producción de futuro, en los nuevos escenarios sociales de una mayor complejidad, incertidumbre e interdependencia.

No se trata de predecir el porvenir, es que tenemos que estructurar y intervenir el porvenir, algo cada vez más difícil, si es que alguna vez esa pretensión ha tenido sentido, lo que se nos exige es, convertir el porvenir en una categoría reflexiva, incluirlo, con toda su carga de incertidumbre y contingencia, en nuestros horizontes de pensamiento y acción. El porvenir ha de ser gestionado, mediante procesos que representen una gran innovación institucional.

Una de las cosas que esta crisis, ha puesto de manifiesto es que tenemos, grandes dificultades para relacionarnos con nuestro propio porvenir, estamos insistentemente distraídos con el corto plazo. Vivimos en la tiranía del presente,  si,  el corto plazo, el consumo, se impone, la lógica financiera, el beneficio frente a la inversión, la reducción de costos. Practicamos un capitalismo, que lo coloniza todo.

A la vista de todo ello, tiene sentido preguntarse si la democracia en su forma actual, está en condiciones de desarrollarse, para evitar situaciones de peligro.

La consecuencia lógica del corto plazo, es que el porvenir queda desatendido, que nadie se ocupa de él. El porvenir, deja de ser objeto relevante de la política y de sus efectos en la sociedad. El presente impide, la percepción de las realidades latentes o por venir, que muchas veces son más reales que lo que ocupa actualmente todo el espacio como escena política.

El porvenir, debe ganar importancia y peso político, sin esa referencia no es posible prevenir, todos los acontecimientos que requieren previsión, que necesitan ser anticipados, a esos escenarios sociales. Tenemos que estructurar esa responsabilidad, para lo cual la política es fundamental.

Sabemos que políticamente el porvenir, es débil, ya no cuenta con abogados preparados y poderosos en el presente y son las instituciones las que deben de hacerlo valer.

 

DC / Dr. Johnny Galue / Abogado, Político / @COOTUR

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