El presidente estadounidense, Donald Trump, declaró este martes que pondrá fin a las maniobras militares conjuntas con Corea del Sur, al término de una cumbre con el líder norcoreano Kim Jong Un.
«Mientras negociamos un acuerdo global, muy completo, creo que no es apropiado realizar maniobras militares», dijo el presidente estadounidense en rueda de prensa en Singapur, recalcando que esto permitirá «ahorrar mucho dinero».
También insistió en su deseo de retirar, a su debido tiempo, los soldados desplegados en Corea del Sur, aunque recalcó que esto no figura en las negociaciones con Pyongyang.
Trump aseguró que el dirigente norcoreano se comprometió, en la firma de un documento conjunto, a destruir «muy pronto» una instalación de pruebas de misiles «importante».
Cuando la prensa resaltó que el compromiso de Corea del Norte en favor de una «desnuclearización completa de la península coreana» no incluye la exigencia estadounidense de un proceso «verificable e irreversible», Trump afirmó, sin entrar en detalles, que habría inspecciones y que las sanciones se mantendrán hasta que se levante «la amenaza» de armas atómicas.
Las negociaciones sobre la aplicación del documento comenzarán la próxima semana. Las discusiones fueron «francas, directas y productivas» y se habló de los derechos humanos, añadió Trump.
El presidente estadounidense alabó a Kim Jong Un, «muy talentoso», «muy buen negociador», que «dio el primer paso valiente hacia un futuro mejor para su pueblo».
«Estamos dispuestos a escribir un nuevo capítulo entre nuestras naciones», afirmó Donald Trump, que espera que se ponga fin a la guerra de Corea, la cual terminó en 1953 con un armisticio y no con un tratado de paz.
El presidente estadounidense afirmó estar dispuesto a viajar «llegado el momento» a Pyongyang y a invitar a Kim Jong Un a la Casa Blanca.
DC / AFP