Kawhi Leonard quiere irse de los Spurs. Tres periodistas de tres medios distintos como son Shams Charania (Yahoo Sports), Chris Haynes (ESPN) y Jabari Young(San Antonio Express News) informaban casi al mismo tiempo en Twitter el deseo del alero de abandonar la franquicia que le drafteó en 2011 (número 15) y con la que ganó el anillo en 2014 siendo MVP de las Finales. Con contrato en vigor hasta junio de 2019 (2020 si ejerciese su opción de jugador) y más de 20 millones de dólares garantizados para la próxima campaña, los texanos están obligados a buscarle una salida vía traspaso.
Una noticia complementada instantes después por Adrian Wojnarowski. El también periodista de la ESPN, el más fiable del mundo NBA, apunta que la preferencia del alero es irse a jugar a Los Ángeles, aunque aún no le habría comunicado nada a la franquicia texana sobre su futuro. Entre las dos de la ciudad californiana, optaría por los Lakers en primer lugar. Aunque esto no supondría cerrarle la puerta a los vecinos Clippers. Y en Boston también estarían dispuestos a pescar en río revuelto, proponiendo un traspaso. Los Celtics ya intentaron un movimiento para hacerse con Leonard este febrero.
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La decisión de Leonard resulta inesperada y torpedea la línea de flotación de la franquicia texana. La misteriosa lesión en el cuádriceps derecho de Kawhi marcó el principio de un divorcio que ahora parece definitivo entre los Spurs y su jugador franquicia. El hombre llamado a prolongar el legado de Tim Duncan en San Antonio.
Tras meses de desencuentros en un curso en el que apenas ha podido disputar un total de nueve partidos, parecía que la tensión entre ambas partes se había rebajado en los últimos tiempos. De hecho, a comienzos de este última semana se había especulado con una próxima reunión entre Leonard y Gregg Popovich que debería haber supuesto el primer paso antes a una extensión de contrato de 219 millones de dólares —por la que, según Wojnarowski, su entorno mostró interés— por cinco temporadas que debería haber sellado la paz definitiva. Aunque parece que finalmente no será así y sí un adiós que puede marcar el mercado NBA 2018.
DC / As