El presidente francés, Emmanuel Macron, y el jefe del gobierno español, Pedro Sánchez, estaban reunidos este sábado en París para buscar una posición común sobre la cuestión migratoria antes de una cumbre europea crucial.
Sánchez almorzará con Macron en el palacio del Elíseo y ofrecerá después su primera conferencia de prensa desde que asumió el cargo, el pasado 2 de junio.
El desafío migratorio será uno de los temas que abordarán ambos dirigentes en su primer encuentro, según adelantó el Elíseo.
Macron busca, según la misma fuente, establecer con España y Alemania un «enfoque colaborativo» opuesto al del grupo Visegrado (Polonia, Hungría, República Checa y Eslovaquia), que mantiene una política sin concesiones en materia migratoria.
«El nuevo gobierno español ha mostrado posiciones proeuropeas, pensamos que es muy importante ver cómo podemos avanzar con España sobre el tema de los refugiados», señaló la presidencia francesa.
El episodio del barco «Aquarius» con 630 migrantes a bordo, al que Italia cerró sus puertas antes de ser acogido por España, puso en primer plano la necesidad de encontrar una respuesta europea común a la cuestión migratoria.
Este sábado, más de 400 migrantes irregulares fueron rescatados frente a las costas españolas, adonde continúa el flujo de llegadas tras el arribo del «Aquarius».
Otros 27 migrantes fueron socorridos en el Mediterráneo, entre el sur de España y el norte de Marruecos, y 129 más frente a las costas de la isla de Gran Canaria, en el archipiélago de las Canarias, ya en el Atlántico.
Además del desafío migratorio, Sánchez y Macron tratarán el tema del porvenir de la Eurozona, después de que la semana pasada Macron y la canciller alemana Angela Merkel presentaran su visión común sobre cómo reformar la zona euro.
Se trata del primer viaje al exterior del socialista que se entrevistará el martes en Berlín con Merkel y el 2 de julio con el primer ministro portugués, Antonio Costa en Lisboa.
Este domingo asistirá a un encuentro con diez líderes de la Unión Europea en Bruselas convocado a última hora por el presidente de la Comisión Jean-Claude Juncker y a una cumbre europea de dos días en Bruselas el 28 y 29 de junio.
DC / AFP