Mazazo para la afición británica, que se quedará sin ver jugar a Andy Murray en Wimbledon. El escocés ha renunciado al Grand Slam londinense a causa de la pertinaz lesión en la cadera que le apartó de las pistas durante casi doce meses. Después de reaparecer en la temporada de hierba, en el torneo de Queen’s con buenas sensaciones y con una victoria en Eastbourne ante Stan Wawrinka, Murray iba a volver a disputar un grande un año después de hacerlo por última vez precisamente en Wimbledon.
El exnúmero uno del mundo y dos veces ganador del campeonato (2013 y 2016) deja su sitio al repescado taiwanés Jason Jung. Lo curioso es que el sábado había dicho que debutaría este martes ante el francés Benoit Paire, aunque avanzó que no seguiría jugando «durante mucho tiempo» si no era «competitivo» o «sentía dolor». El segundo supuesto es que le ha apartado finalmente de Wimbledon.
Este domingo ha explicado los motivos de su renuncia: «Se me encoge el corazón al anunciar que me retiro de la edición de este año. Logré un progreso significativo en los entrenamientos y los partidos en los últimos diez días, pero después de largas discusiones con mi equipo, hemos decidido que jugar el mejor de cinco sets podría ser demasiado pronto en el proceso de mi recuperación. Hicimos todo lo posible para intentar estar listos a tiempo. Empezaré a trabajar en las pistas duras a partir de mañana y continuaré con mi rehabilitación y recuperación, y estoy ansioso por afrontar la gira de Estados Unidos. Gracias por todos los mensajes de apoyo. Estoy emocionado por haber podido volver a jugar después de tanto tiempo».
DC / As