La situación en Venezuela se recrudece a cada segundo. La falta de comida y agua, la creciente inseguridad y las enfermedades que azotan a la población día tras día han llevado a los venezolanos a optar por salir de su país como única escapatoria.
Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el flujo de venezolanos a Latinoamérica incrementó 900% entre 2015 y 2017, años en donde la cantidad de migrantes pasó de 89.000 a 900.000.
La diáspora masiva que se vivió en Latinoamérica también se notó en el resto del mundo, pues la cantidad de venezolanos que huyeron del régimen chavista subió 110% entre 2015 y 2017, pasando de poco menos de 700.000 personas a más de un 1,5 millones regadas por todo el mundo.
De éstos, aproximadamente 885.000 se encuentran en países sudamericanos, 308.000 en Norteamérica, 78.000 en Centroamérica y 21.000 en el Caribe, agregó la OIM.
Entre los países que los venezolanos escogen para ocultarse de la tragedia de su país, Colombia ocupó el primer lugar con 600.000 personas para 2017, seguido de Estados Unidos con 290.244 y España con 208.333, según un informe de la OIM.
Según la directora de Movilidad Humana de la Prefectura de Pichincha (Ecuador); Giovanna Tipán, el flujo masivo de venezolanos fuera de su país es un “reflejo de vulnerabilidad”.
“Cada gobierno del mundo debe tener medidas de protección para los venezolanos, pues llegan muy vulnerables, con enfermedades y condiciones muy precarias”, aseguró.
La ejecutiva también destacó que cada nación que otorgue albergue a un venezolano debe garantizar el acceso a servicios médicos, justicia, educación, vivienda y trabajo, pues para ellos es una oportunidad de “volver a empezar” tras una huida dolorosa.
Por su parte, el exdirector del Departamento de Extranjería y Migración de Chile, Rodrigo Sandoval, mencionó que “lo más probable” es que el flujo de venezolanos hacia el mundo no disminuya en un corto plazo.
“Así la situación de Venezuela cambie, hay que tener en cuenta que su normalización estará sujeta a un proceso de reconstrucción que será una realidad de largo plazo, por lo que el flujo migratorio va a seguir por un tiempo”, subrayó el analista.
El ejecutivo también mencionó que la presencia de los venezolanos alrededor del mundo podría prolongarse “unos cinco o 10 años” puesto que “no habrá un proceso de retorno pronto”. Además de rastrear y documentar los flujos migratorios tanto a nivel regional como nacional, la OIM también ha proporcionado formación en aspectos como la gestión y coordinación de campamentos de refugiados y ha apoyado la creación de centros de tránsito y refugios temporales para atender a los venezolanos que siguen huyendo del gobierno de Nicolás Maduro. Asimismo, la institución está entregando a diferentes países información sobre los requisitos migratorios que se deben tener en cuenta en estos casos.
La OIM tiene un plan para ayudar a los venezolanos
La OIM se enfocará en dar apoyo a los 17 países que acogen a más de un millón y medio de venezolanos. Con un presupuesto estimado de US$32 millones, la institución buscará “recopilar datos y dar asistencia directa a los venezolanos” con el fin de “facilitar su integración”.
Asimismo, ha proporcionado formación y entrenamiento en aspectos como la gestión y coordinación de campamentos, mientras que a la par ha apoyado la creación de centros de tránsito y refugio temporales. Estos planes son necesarios si se tiene en cuenta que, según la Encuesta de Condiciones de Vida de Venezuela (Encovi), 8% de los hogares reporta una persona emigrante.
DC/Colprensa