Hace poco, Jesús Farías diputado, exministro y alto dirigente del PSUV declaraba a los medios de comunicación sobre la necesidad de eliminar el control de cambio de divisas para reactivar la economía, pues, de no hacerlo, hasta se pondría en peligro la permanencia de la revolución. Al día siguiente, Roy Daza también destacado dirigente del PSUV decía algo parecido.
Evidentemente estas declaraciones no fueron espontáneas y corresponden a una orden del alto gobierno para ir generando la expectativa de que esta decisión -que viene el país entero pidiendo hace años- finalmente se tome.
Claro que también podría ser una de las acostumbradas tretas desviadoras de la atención que usan estos malandros, pero como existen otras tantas mucho más eficaces, nos inclinamos a pensar que los mandones están realmente considerando dar su brazo a torcer.
El inmenso desastre que está causando la hiperinflación en todos los aspectos de la vida de la Nación, puede haber llevado a los rojos a la tarea de decidir entre dos caminos. Uno, que es seguir con la guachafa revolucionaria y mantener el control político y económico del País, a sabiendas que esta opción no detendría la inflación y sería de esperar que se generase una presión social enorme y una posible ruptura violenta.
El otro camino es hacer como los chinos y el cuento del color del gato. Mantener y disimular la dictadura comunista como hasta ahora, pero abrir la economía al mercado, donde uno de los principales pasos es precisamente eliminar el control de cambio.
Tomar esta decisión no es fácil para unos fanáticos que en el lóbulo occipital izquierdo tienen grabado con hierro candente que el libre mercado es el odiado capitalismo puro y duro. Sería algo así como para un cristiano católico tomar la decisión de desconocer al Dios triuno.
Pero evitar la catástrofe de perder el poder puede tener un peso decisorio y hacer entonces lo impensable. Unos años atrás un folclórico Aristóbulo Istúriz durante un discurso formal les decía a sus compañeros en cadena nacional “si quitamos el control de cambio, nos tumban” y preguntaba de seguida “¿quieren probarlo?”.
Lo que sucederá está por verse, pero no tardará mucho y por primera vez vemos alguna probabilidad de que realmente ocurra.
La eliminación del control de cambio es una de las llaves para ir destrancando al aparato productivo. La libertad en el manejo de divisas estimularía a todos los fabricantes, comerciantes y empresas de servicio a salir al ruedo de una actividad económica sana y volver poco a poco a la normalidad en algunas cosas.
Pero también por estos días se realiza otra reunión del Foro de Sao Paulo donde usualmente los comunistas se reaniman para continuar en su utopía y podría ser un reforzador en contra de la decisión.
Por otro lado, la decisión, cualquiera que sea, tiene el potencial de fracturar al PSUV por su conocida pugna interna entre los “duros” de la revolución y los que prefieren hacer concesiones para sobrevivir. Hasta ahora han ganado los duros, pero ya no hay dinero ni para soportar el temporal ni para soportarlos a ellos.
Como se decía en las tele novelas “no se pierdan el próximo capítulo” que algo está por pasar.
DC / Eugenio Montoro – montoroe@yahoo.es