El alcalde en el exilio y responsable nacional adjunto de Voluntad Popular, David Smolansky, visitó Boavista, frontera de Brasil con Venezuela, para constatar la situación de miles de venezolanos desplazados por la crisis humanitaria que ha causado la dictadura de Nicolás Maduro. “Es momento de solidaridad, atención y protección para quienes más lo necesitan. Nadie se va de Venezuela porque quiere, todos huyen en contra de su voluntad por una dictadura que ha desgraciado la vida de millones”.
Smolansky también estará en Pacaraima, donde hace poco más de una semana, un grupo de habitantes quemó las pertenencias y el lugar de dormir de decenas de venezolanos quienes fueron expulsados de la zona culpándolos de un supuesto intento de robo a un comerciante brasileño. “No podemos permitir manifestaciones de xenofobia en nuestra región. Brasil, al igual que Venezuela, son países compuestos por inmigrantes. Los venezolanos somos trabajadores, emprendedores, bondadosos y respetuosos. Si hubiese alguien que actuara al margen de la ley, eso no puede empañar la actitud positiva de la mayoría y muchos menos hacerla sentir discriminada”, dijo el dirigente de la tolda naranja, quien reconoció el esfuerzo que está haciendo el gobierno de Brasil para brindar mayor seguridad, agilidad en la regularización migratoria y facilidades de trabajo e instalación de refugios.
El responsable nacional adjunto de Voluntad Popular estuvo en el refugio “Jardim Floresta” que alberga a 630 venezolanos, entre ellos 150 niños. La mayoría provenientes de los estados venezolanos Anzoátegui, Monagas y Delta Amacuro. Seguirá su recorrido por refugios, albergues, comedores y cuartos de Boavista y Pacaraima donde están congregados miles de venezolanos. “Urge decretar una crisis de refugiados en la región. El éxodo que estamos viendo no tiene precedentes en América Latina. Se deben activar los protocolos internacionales adecuados para proveer de alimentación, atención médica, educación, techo y capacitación a tantos venezolanos que huyen sin nada y se han separados de sus familias”.
Según Naciones Unidas, son 2.300.000 venezolanos que han sido desplazados desde 2014 hasta el 30 de junio del presente año. El 90% ha decidido irse a países de Suramérica y más de un 1.300.000 están en condición de desnutrición. “El régimen es el responsable de este deslave humano. La dictadura representa un elemento de desestabilización para la región. Mientras más rápida sea la salida de maduro, mejor para Venezuela y América Latina”, sentenció Smolansky.
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