El régimen “aplica un modelo económico cavernícola aunado al desmantelamiento de las instituciones y el arrase del estado de derecho, lo que ha ocasionado esta catástrofe generalizada”, afirmó hoy Antonio Ledezma.
El líder opositor en el exilio explicó que “el epicentro de este desastre se encuentra en la gigantesca corrupción y el despilfarro de los dineros públicos”. “Las finanzas se han administrado con inaudita irresponsabilidad. No se aplican controles ni rendición de cuentas, no hay planes articulados ni debidamente planificados, y todo obedece a la improvisación, mientras que el Banco Central de Venezuela perdió su autonomía convirtiéndose en un ente politizado dependiente de Miraflores”.
Precisó que “en estos momentos de grave crisis humanitaria, el regalo de importantes cantidades de petróleo a los socios de la dictadura le ocasiona gravísimos daños a las finanzas del país, mientras que el pueblo en la penuria, sufre en carne propia estas consecuencias”.
-También se encuentran -prosiguió- la utilización de los petrodólares como instrumento de compra de votos favorables de algunos países para comprometerles su “apoyo” en organismos internacionales, tales como la OEA y la ONU y la destrucción de PDVSA, otrora una de las empresas petroleras más importantes del mundo, hoy en ruinas y convertida en una seccional del PSUV.
Destacó Ledezma que “una nueva administración en Venezuela debe tener entre sus prioridades la renegociación de la descomunal deuda pública, y en este sentido, ya se encuentran elaborados importantes estudios que permitirán conseguir fondos frescos por casi 80 mil millones de dólares y donaciones sobre planes específicos de gobiernos solidarios”. “Será necesario también rescatar bienes saqueados y capitales obtenidos ilícitamente los cuales serán repatriados”.
-Se trata -señaló- de negocios sucios, hechos con marramucias por jerarcas del régimen. Fueron descarados robos con negociaciones fraudulentas a través de los bonos, notas estructuradas, compras fantasmas y con groseros sobreprecios. Hay que continuar detectando esos dineros para proceder luego a su recuperación para financiar la reconstrucción del país. Es tan alto el volumen de los dineros mal habidos que con el rescate de lo que está depositado en la banca de Andorra y en Suiza, sería suficiente para adelantar un plan agrícola y pecuario.