Dos, tres y cuatro horas tardan los choferes en las estaciones de servicio de Maracaibo para surtir su carro de gasolina. A las bombas que cuentan con combustible y electricidad las acompaña una larga cola de vehículos, que en algunos casos alcanza un kilómetro.
Evitar la larga cola y horas de espera tiene un precio. Entre ocho y 10 bolívares soberanos (800.000 y 1.000.000 de bolívares) cobran los empleados de la estaciones para echarles gasolina a aquellos choferes que quieren salir rápido.
La tarifa es la misma en las estaciones en las que se repite la práctica, de acuerdo con un recorrido que se hizo por las bombas. Y el precio depende de la cantidad de gasolina que requiere el vehículo.
Los usuarios en cola se quejan de la “maraña”. Oscar Godoy lo denunció. Desde las 10:00 de la mañana estuvo en cola en la estación Paraíso, en el sector Indio Mara, y dos horas después, justo cuando el surtidor entraba en la boquilla del tanque de su carro, se fue la luz.
“El problema con las colas, además de que no hay luz, es la maraña que tienen los bomberos. Si no hubiese tantas marañas ya yo hubiese podido echar”, dijo Godoy, quien trabaja de taxi con su carro.
“Ahora no me voy hasta que no eche gasolina, porque irme para otra bomba es peor, las colas están largas y capaz y también se va la luz. Ya llamé pa’ la casa pa’ que me traigan el almuerzo”.
La estación Paraíso estuvo este lunes 3 de septiembre sin electricidad desde la 2:00 de la tarde hasta las 10:00 de la noche, contó uno de los bomberos que trabajan ahí. Dijo que las colas se hacen porque hay muchas estaciones sin el servicio eléctrico.
El despacho de combustible en las estaciones de servicio de la capital zuliana está afectado desde el domingo, cuando se aumentaron las horas de racionamiento debido a una falla en la línea de 400 kilovoltios que atraviesa el Lago de Maracaibo e importan la energía desde el Guri. La línea ya fue reactivada, según informó Corpoelec este martes.
Darío González está desde las 9:00 de la mañana tratando de echarle combustible a la camioneta de la empresa en la que trabaja. Tres estaciones de servicio visitó antes de llegar a una ubicada en la calle Doctor Portillo, donde después de dos horas en cola aún tenía 20 carros por delante. “Todas están con colas largas. A uno le queda esperar y ligar que no se vaya la luz o se acabe la gasolina”.
Moisés González no ha tenido suerte. Está desde las 6:00 de la mañana tratando de surtir el tanque de su carro de gasolina. A las 6:00 de la mañana llegó a la bomba de Ziruma y cuatro horas más tarde, justo cuando le faltaban diez carros, se terminó el combustible.
Recorrió otras dos bombas antes de formarse en la estación Paraíso. A la 1:00 de la tarde, después de dos horas en cola, tampoco pudo comprar el combustible. La bomba quedó sin electricidad.
“Quedé justo para echar cuando se fue la luz. Perdí el día de trabajo. Desde ayer (lunes) ando dando vueltas para poder comprar gasolina. Ya estamos peor que antes”, se quejó el hombre, quien aseguró que se quedaría en la estación a esperar a que llegara la luz. “Si me voy para otra es lo mismo, hacer la cola, quizás más larga, y corro el riesgo de que se vaya la luz o quede sin gasolina”.
DC / El Pitazo