¡489 Años! Maracaibo, ciudad que emerge de la cultura acuática añú

En la región del lago llamado Maracaibo existía una población originaria, allí habitó una nación de cultura acuática: el pueblo añú, preexistente a cualquier fenómeno posterior como las exploraciones e intentos de invasión europeas. Con este argumento, el economista e historiador, Yldefonso Finol Ocando, busca demostrar que las huellas dejadas por los indígenas conducen al verdadero origen de  la fundación de Maracaibo.

Desde Alonso de Ojeda en 1499, Ambrosio Alfinger en 1529, Alonso Pacheco en 1569, Pedro de Maldonado en 1574, hasta 1607 con la inclusión del ejército de Juan Pacheco Maldonado, fueron sucesivos los intentos de invasión, es decir en Maracaibo no hubo fundación alguna como se ha conocido en la historia oficial impuesta, sino una cruel invasión militar del imperio más grande de la época.

Al hacer un recuento histórico, Finol explica que Ambrosio Alfinger fue un alemán que formó parte de una empresa de mercaderes llamada Welser, la cual tenía relación financiera con el imperio español y les fue cedida (como la llamaban ellos) la provincia o el reino de Venezuela en concesión. Es aquí donde se da la famosa capitulación en 1526 por parte de Carlos V a esta empresa.

Para esta fecha, ya Ambrosio Alfinger, establecido en la isla La Española, (actualmente Santo Domingo) recibe la encomienda de ocupar con carácter de gobernador el lugar llamado Venezuela, cosa que para los mercaderes de la empresa Welser era fantástica, pues iban a realizar una aventura de negocios.

Finol detalla que estos mercaderes llegaron a cobrarse en Venezuela lo que la corona española adeudaba, es decir venían a buscar oro, plata y a descubrir el secreto de Maracaibo,  que no era más que la creencia que tenían estos alemanes de que la pista lacustre del lago los iba a comunicar con lo que ellos llamaban los mares del sur, que significaba una vía rápida al reino de las especias,  rubros que representaban un gran negocio para la época y aquél que tuviera la ruta más corta iba a ganar mucho dinero. Estos alemanes creían que el lago se podía comunicar con el océano Pacífico.

Invasión y saqueo

Ambrosio Alfinger llega en marzo de 1529 a Coro, desde allí organiza la invasión a esa gran laguna (Lago de Maracaibo) que estaba al oeste de este lugar. Ese es el punto de arranque de la impuesta fundación de Maracaibo, asegura Finol.

Alfinger exploró toda la costa mientras otro  grupo venía por tierra, llegaron el 8 de septiembre de 1529 a Punta Vigía, es decir la parte norte del municipio Miranda, la entrada del Golfo, la Isla de Zapara, Isla de Toas, San Carlos, La Bahía del Tablazo, esta es la zona por donde Alfinger navega, de hecho lo hizo por varios días en el río Macomiti, lo que hoy se conoce como los ríos Limón, Maché, Cachirí, Guasare y Socuy.

El historiador y economista refiere que este primer viaje de invasión duró 7 meses y 25 días aproximadamente, Alfinger exploró, saqueó y destruyó algunos pueblos añú, así quedó asentado en el relato oficial que realizó el lugar teniente del mercader, Esteban Martín, donde detalla los enfrentamientos que tuvieron con los pueblos originarios, la gran cantidad de oro que saquearon de esas tierras y que aún así no fue la cantidad que ellos aspiraban en corto plazo.

En este primer viaje, Alfinger no fundó nada, solo colocó una pequeña base militar cerca de las rancherías o pueblos de Maracaibo, y cuando ellos retornan a esa pequeña base militar, la misma había sido destruida por los pueblos originarios del lugar, afirma Finol.

Fundación infundada

Basado en estos hechos el economista e historiador asegura que «no se puede hablar de ninguna fundación de Maracaibo y menos en este lugar que actualmente se conoce como la capital zuliana, porque muy probablemente Alfinger no tuvo el tiempo de pasar por la ciudad».

El 9 de junio de 1531, Alfinger retorna a Venezuela, esta es su segunda entrada contra los pueblos del Lago de Maracaibo; con un bergantín y dos embarcaciones menores, navega el Macomiti (actual río Limón) atacando y saqueando los poblados añú, así lo describe Finol en su libro La infundada «Fundación de Maracaibo».

El 1 de septiembre del mismo año, Alfinger se va en definitiva del Lago de Maracaibo, esta fue su última aventura criminal que lo llevó a cruzar los Montes de Oca hacia la actual Valledupar, siguiendo la ruta sur y bordeando las faldas occidentales de la Sierra de Perijá, hacia la cuenca del Catatumbo donde  murió flechado el 31 de mayo de 1533.

DC / NP