Karen White estaba en detención preventiva por haber cometido tres violaciones cuando era un hombre y se llamaba Stephen Wood. Bajo ese hombre ya había cumplido un año y medio de condena por haber tenido una conducta inadecuada con un menor.
Aunque no se ha sometido a un cambio de sexo, al denominarse como transgénero, las autoridades aceptaron enviar a Katen White a una prisión de mujeres para poder cumplir el resto de su condena.
Las autoridades de prisiones de Reino Unido han adoptado una guía en la que recomiendan que el lugar donde estén recluidos los presos coincida con el género que estos expresen.
Sin embargo, pocos días después de ser transferido a su nueva prisión, Karen se aprovechó de su posición para abusar sexualmente de algunas reclusas.
Entre los meses de septiembre y noviembre del año pasado, White fue el responsable de cuatro casos de abuso sexual, de los cuales ha admitido dos. Estos involucran acoso, tocamientos indebidos, exhibición de sus genitales y comentarios inapropiados sobre sexo oral.
El caso ha abierto un debate en Reino Unido, de si de debe transferir a las personas transgénero de cárcel. Mientras que asociaciones en defensa de los derechos de las personas transexuales y transgénero defienden el derecho de estas de estar en el lugar correspondiente con su género, otras mujeres argumentan que esta situación pone en riesgo a muchas presas vulnerables.