El turismo de fertilidad, un mercado creciente en China
El Gobierno chino acabó en 2016 con la famosa política del hijo único que se implantó más de treinta años atrás para controlar la superpoblación del país. El problema no se solucionó, pero eso ya no preocupa al gigante asiático. Es más, China pretende fomentar las familias numerosas. ¿Por qué? El ejecutivo se ha dado cuenta de que es necesaria más mano de obra.
Ante esta situación, hay un negocio en especial que previsiblemente saldrá ganado: el turismo de fertilidad. Las mujeres chinas quieren tener hijos, y muchas de ellas recurren a compañías especializadas en la cuestión para concebirlos. En 2016, China tenía más de 40 millones de pacientes con problemas de fertilidad según la Comisión Nacional de Salud y Planificación Familiar de China. Más de 40 millones de potenciales clientes para un mercado que prevé crecer mucho en los próximos años. Dos años atrás, el mercado interno chino de servicios de fertilidad llegó hasta los 670 millones de dólares. En 2022, la cifra aumentará hasta los 1.500 millones de dólares según los datos recogidos por Bloomberg. Más del doble.
Las firmas de inversión ya han movido ficha
Las compañías de inversión ya están al día de este fenómeno y no han tardado en mover ficha. La firma de capital riesgo estadounidense Warburg Pincus se convirtió el pasado 12 de septiembre en el segundo mayor accionista de Sichuan Jinxin Fertility (una empresa del sector en cuestión). Además, el fondo también respalda al operador Beijing AmCare Women’s & Children’s Hospital, que maneja diez hospitales y clínicas que empezaron sus servicios de fertilización in vitro hace dos años, cuando el Gobierno acabó con la política del hijo único.
Otros ejemplo podría ser el de la compañía china de inversión estatal Citic Group, que tiene bajo su control uno de los mayores centros de fertilidad del país, con más de 40.000 casos de reproducción asistida en lo que va de año. De la misma forma, el fondo Orient Shiqi también invirtió en un operador de servicios de fertilidad de Shanghái hace poco.
Las compañías de fuera del país se llevan la palma
Pero no solo es el mercado interno de China el que sale beneficiado de dicha situación. Las compañías de fuera del país por ahora se llevan la palma. Los datos consultados por Bloomberg revelan que los pacientes chinos gastaron 7.400 millones de yuanes (1.100 millones de dólares) en tratamientos de fertilidad fuera del país en 2016. Una cifra cercana a las previsiones de negocio en el mercado interno chino para 2022.
Por una parte, porque el gigante asiático aún sufre de escasez de centros de fertilidad y embriólogos. Por otra, por las restricciones: tan solo las parejas heterosexuales casadas o las mujeres con cáncer ovárico pueden acceder a dichos servicios. Las mujeres solteras, las parejas no casadas y las homosexuales deben buscar una solución fuera del país.
A la vista de estos factores, la ya mencionada AmCare adquirió el año pasado una clínica en Washington D.C., la capital estadounidense. Así, la operadora puede ofrecer servicios preliminares en Estados Unidos: los clientes pueden pasar unos pocos días en el país americano para recolectar óvulos, hacer transferencias de embriones u otros procedimientos.
El turismo de fertilidad, que ya es una realidad, se verá reforzado con la liberalización de los límites chinos al tamaño de las familias. Las mujeres de más edad, con uno o dos hijos, podrían ir a buscar el tercero.
DC – La Vanguardia