El uso diario de más de dos horas de pantallas reduce los beneficios del sueño y afecta negativamente al desarrollo de la inteligencia de los niños, según un estudio publicado por la revista canadiense The Lancet Child & Adolescent Health. Por esta razón, los expertos recomiendan a pediatras, padres y madres que prioricen las rutinas de descanso y limiten el tiempo ante los dispositivos: cada minuto frente a la pantalla elimina un minuto de sueño o de actividad cognitiva.
Un total de 4.500 niños estadounidenses entre 8 y 11 años han sido evaluados en este estudio, denominado ‘Movimiento 24 horas’, y solo uno de cada 20 participantes ha cumplido con las reglas para desarrollar un buen sistema cognitivo: tener más de 9-11 horas de sueño, menos de dos horas delante de una pantalla y como mínimo, una hora y media de actividad física cada día.
Los requisitos
Los niños estudiados completaron una prueba que analizaba las habilidades del lenguaje, la memoria episódica, la función ejecutiva, la atención, la memoria de trabajo y la velocidad de procesamiento. Cuantas más recomendaciones cumplían, la puntuación que obtenían era mejor, además de estar marcadas por una pauta que limitaba su sedentarismo tecnológico por debajo de dos horas. “Los comportamientos y actividades diarias contribuyen al cerebro y al desarrollo cognitivo en los niños, así como la actividad física y el comportamiento sedentario, o el sueño independiente y colectivo”, asegura Jeremy Walsh, investigador del Instituto de Ottawa.
En el caso del empleo de una pantalla al anochecer se aprecia un empeoramiento de la calidad de sueño. «La evidencia sugiere que el sueño adecuado y la actividad física van relacionados con un mejor rendimiento académico, mientras que la actividad física también se relaciona con una mejor atención, memoria, e inhibición”, resalta Walsh.
El sueño, vital
Las horas de descanso cognitivo son uno de los aspectos más destacados, sobre todo cuando se combina con el tiempo de ocio tecnológico. Según numerosos estudios, el sueño desempeña un papel clave en el desarrollo y plasticidad del cerebro, así como una buena y adecuada cognición, junto con el rendimiento académico. De acuerdo con esta última investigación, queda claro que la falta de sueño está relacionada con el uso de dispositivos, y que sus efectos negativos se perciben en al menos la mitad de los menores.
DC – El Periódico