Brasil se clasificó para la final del Mundial de voleibol al derrotar a Serbia 3-0 (25-22, 25-21, 25-22), este sábado en Turín, y se enfrentará por el título a Polonia el domingo en la ciudad del norte de Italia.
Será la novena ocasión consecutiva en que los brasileños estén presentes en una gran final internacional (Juegos Olímpicos y Mundiales) desde 2002. En las ocho primeras, ganaron dos oros olímpicos (2004 y 2016) y tres mundialistas (2002, 2006, 2010).
Este año, los sudamericanos presentaban más dudas, con la ausencia de Lucarelli, uno de sus mejores jugadores, y con el nuevo técnico Renan Dal Zotto, sucesor del legendario Bernardinho.
Pero tras un inicio poco alentador (derrota contra Holanda), remontaron ante Rusia (3-2) y son los grandes favoritos sea cual sea el rival.
Ante Serbia, Brasil dominó todos los aspectos del juego y se permitió reservar a sus jugadores titulares.
Polonia, por su parte, ganaron 3-2 a Estados Unidos (25-22, 20-25, 23-25, 25-20, 15-11).
Brasil y Polonia ya se enfrentaron en la final del Mundial de 2006, con triunfo ‘auriverde’, y en 2014, con victoria del combinado del este de Europa.