Oscurece en el estadio Nueva Esparta y la casa de Bravos de Margarita sigue sin vencer las sombras.
Desde agosto, el equipo de béisbol clama por que la Gobernación del estado asuma, en su condición de administrador de las instalaciones, el costo de sustituir casi cien bombillos dañados que dejaron en tinieblas a tres de las ocho torres de iluminación.
De lo contrario, afirman los voceros del club, se verán obligados a comenzar los juegos de la temporada 2018-2019 a las 2:00 de la tarde, pues las cinco torres todavía operativas no se dan abasto para alumbrar un partido de pelota profesional en horario nocturno.
El Ejecutivo regional replica que en la tesorería no hay dinero suficiente para que se haga la luz y que el comodato firmado por el arrendador y el arrendatario lo exime de cubrir una inversión así de cuantiosa, que se acerca a los 50 mil dólares.
El lunes hubo una reunión del gobernador Alfredo Díaz con las autoridades de Bravos y de la empresa contratista encargada de la obra. Este jueves habrá una inspección en el estadio Nueva Esparta. Pasan las horas y se hace de noche, la noche que antecede a las indeseables dos de la tarde, asfixiantes para los peloteros e indigeribles para la afición. Esa es hora de playa en la isla, no de béisbol.
Una fuente de la Gobernación de Nueva Esparta con conocimiento de la situación asegura que comprar e instalar los bombillos y demás componentes necesarios para que salga claridad de las tres torres en penumbra cuesta 49 mil dólares.
“Eso es más que todo el presupuesto anual para obras de la Gobernación, que más o menos equivale a seis mil dólares”, afirma el informante.
“Hasta supera la totalidad de nuestro presupuesto ordinario, que a principios de año se fijó en 177 mil millones de bolívares fuertes” (1,77 millones de bolívares soberanos, equivalentes en el mercado real de divisas a unos 18 mil dólares).
Casi todo nuestro presupuesto está comprometido en pago de nómina, así que no se trata de que la Gobernación se niegue a ofrecer la colaboración. Simplemente el gasto escapa a nuestras posibilidades. No podemos asumir todo ese costo”.
La Gobernación, según la fuente, tampoco se siente en la obligación legal de asumir ese peso. “La consultoría jurídica nos ha dicho que el contrato de comodato no nos impone ocuparnos de una obra de esa magnitud”, explica un funcionario”.
La Gobernación puede contribuir con una parte del costo, no todo. Hay otras alternativas a jugar a las dos de la tarde, que no es del agrado ni de los peloteros ni de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP). Una de ellas es focalizar algunos bombillos y ponerlos juntos, para que generen una iluminación que se aproxime a la óptima. Otra, en la que ya se está trabajando, es acudir al Gobierno Nacional para que apruebe alguna partida adicional.
Problemas en el terreno
Al estadio Nueva Esparta no le falla solo el alumbrado. Según un oficial de la Gobernación, la grama se encuentra en malas condiciones. “Se nos ha dicho que hay que ir pensando en un césped artificial, lo que representaría otro gasto importante”, redondeó la fuente.
DC – BeisbolPlay