La lluvia se llevó todo a su paso ayer. En la calle 28 con avenida 7 del barrio Negro Primero, de la parroquia San Francisco, en el municipio del mismo nombre, los crujidos de su hogar advirtieron del desastre inminente: las torrenciales aguas de la cañada La Silva socavaron el terreno de la casa, y dejaron las bases en pleno aire. La estructura no soportó, cayó a la cañada, y fue arrastrada hasta las profundidades de ella.
Por fortuna, a Yanet Arambulet, habitante de la casa le dio tiempo de sacar pocos corotos, en medio del derrumbe, que no arrojó víctimas fatales ni heridos.
“Desde marzo del 2013 hemos presentado cartas en la Alcaldía y a la Gobernación, pero la respuesta es ‘están es sistema’ nadie nos resuelve, en la casa viven dos niños, tememos que lo peor pueda pasar. En mi casa hay terreno para construir, le pueden construir una casa a mi hija”, expresó casi llorando la madre de Yanet. Rita González de 73 años.
En el barrio Colina Bolivariana hubo información de cerca de 10 familias damnificadas por inundaciones.
DC / Panorama