La comunidad internacional ha tomado acciones en contra del gobierno de Nicolás Maduro con la exigencia de que exista un cambio político en la región. Más de 30 países desconocieron las “elecciones presidenciales” que se realizaron en abril y desde ese momento inició un aumento de sanciones contra funcionarios del gobierno venezolano.
Diego Arria, político en el exilio y ex embajador de Venezuela ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), explicó este martes las acciones que ha tomado la comunidad internacional en contra de Maduro. Aseguró que debe existir una oposición que les hable con un discurso coherente a los gobiernos del mundo.
“La unidad real es para conquistar la libertad, no para obtener pequeños cargos políticos para los partidos, la unidad para mí debe tener como único objetivo: liberar a Venezuela”, dijo Arria en exclusiva para El Nacional.
Arria sostuvo que, a su juicio, la comunidad internacional ha dejado de tomar decisiones sobre la situación de Venezuela debido a que partidos de oposición hablan de participar en procesos electorales o acudir a diálogos
“No es que hemos confundido a la comunidad internacional sino que le hemos dado excusa para no hacer nada. El factor más alarmante para la comunidad internacional es que los mismos partidos de oposición en Venezuela digan que van a participar en elecciones en diciembre o que incluso que llamen a votar por una constituyente falsa. Eso ha sido lo que ha detenido la presión internacional”, opinó.
Rechazó que algunos dirigentes opositores ataquen a Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos, por algunas posturas que ha tomado sobre la crisis de Venezuela. Aseguró que en la oposición existen partidos que tienen posiciones, pero que no representan a los ciudadanos.
“Algunos atacan hasta Almagro y aseguran que esto lo resolvemos los venezolanos. Esas posturas han sido gravísimas y eso es un delito en contra de los venezolanos que queremos conquistar la libertad. Esa no es la oposición verdadera, son partidos que tienen posición y no representan a la mayoría de los venezolanos”.
Señaló que la dirigencia no debe acudir a diálogos. Aseguró que ambos sectores desconocen la historia de Venezuela y que los venezolanos no pueden tomar acciones sin el apoyo internacional.
“Yo creo que sabemos que los venezolanos solos no podemos auto liberarnos. A mí me preocupa que ambos sectores dejen a un lado la historia de Venezuela, como que si este país se liberó con base en diálogos. Imagínate que le hubiésemos hablado a Bolívar de diálogo”.
Puntualizó que en el caso de que algunos partidos decidan participar en un nuevo proceso de conversaciones con el gobierno, no contarán con el respaldo de los ciudadanos.
“Sería un ejercicio inviable sin confianza, sin seguridad que los mismos que fueron a emprender un proceso de diálogo o negociación, sean los mismo que quieran repetir algo así”.
Indicó que para poder confrontar la situación política del país es necesario conocer casos similares. Comentó que durante su experiencia diplomática comprobó que las crisis parecidas a la de Venezuela se resolvieron con la participación de Estados Unidos.
“En todas las crisis mundiales ha quedado demostrado que si Estados Unidos no interviene, no hay soluciones. En mi carrera diplomática he negociado con personajes peores que estos y siempre hubo solución cuando se sumó EE UU, por ejemplo en Yugoslavia o El Salvador”.
Resaltó que Venezuela ha contado en dos ocasiones históricas con el apoyo diplomático de EE UU y se ha logrado, favorablemente para el país, resolver los casos.
“Dos veces ha tenido Venezuela la intervención de Estados Unidos y en ambas ocasiones fueron altamente favorables los resultados para nuestro país. No puede ser que se descarte a la intervención americana”.
Se refirió sobre la denuncia de seis países en contra del gobierno de Maduro ante la Corte Penal Internacional y recalcó la importancia de que cuente con el respaldo de los venezolanos. Agregó que de demorarse este proceso, EE UU podría tomar medidas mediante la Fiscalía de Nueva York.
“Sí hay una salida a la crisis del país. Si la Corte Penal se sigue demorando, Estados Unidos puede iniciar un proceso mediante la Fiscalía de Nueva York porque tiene la competencia para tomar denuncias en contra del régimen de Maduro”.
Subrayó que la ONU puede tomar más acciones ante la situación de Venezuela luego de la reunión que se realizó bajo la fórmula que lleva su nombre (formula Arria). Acotó que estas medidas podrían estar acompañadas por la iniciativa de senadores estadounidenses de agregar a Venezuela a la lista de Estados terroristas.
“Esta iniciativa que están presentando los senadores estadounidenses de sumar a Venezuela a la lista de Estados terroristas debe colocar al Consejo de Seguridad ante una situación que pueda obligar a que varias naciones tomen acciones conjuntas”.
Posición de España y un gobierno en el exilio
El ex embajador se pronunció sobre la posición del gobierno español ante un posible proceso de diálogo entre los sectores políticos e indicó que las declaraciones de Josep Borrell, embajador español, se debe a que “no conoce la posición de la mayoría opositora”.
“Las declaraciones de Borrell son alarmantes por el país que representa. Genera una gran inquietud porque España siempre ha sido ante la comunidad internacional la voz de América Latina, aunque no tenga el mismo poder que en el pasado. Estoy seguro que si el embajador conociera lo que piensan los venezolanos, su declaración hubiese sido completamente distinta”.
El ex embajador venezolano también enfatizó que su propuesta se basa en un gobierno en el exilio que si bien no podría gobernar desde el exterior, pero sería la representación de los intereses de la oposición para lograr un cambio político en el país.
“Yo he planteado un gobierno en el exilio, no para que gobierne porque nadie puede gobernar fuera del país. Pero es necesario para que sea la voz unificada, el representante, de lo que realmente los venezolanos quieren”.
Finalmente, recordó el tiempo que tiene en el exilio y aseveró que se encuentra trabajando para lograr un nuevo gobierno que le permita regresar a Venezuela.
“Yo no he dejado un día de trabajar por Venezuela, sin interés de algún cargo porque ya he tenido los que he querido. Lo que me queda es la satisfacción de conseguir la libertad de mi país y volver”.