Un fuerte sismo de magnitud 6,4 sacudió el domingo la provincia de Kermanshah en el oeste de Irán, anunció el Instituto de Geofísica iraní, y dejó al menos 260 heridos, según las autoridades locales.
El epicentro se situó a 17 kilómetros al suroeste de la ciudad de Sar-e Pol-e Zahab, a siete kilómetros de profundidad, indicó el Instituto Geofísico. Esta región del oeste de Irán, fronteriza con Irak, sufrió varios sismos en los últimos años.
Al menos 260 personas resultaron heridas en Sar-e Pol-e Zahab y en la ciudad vecina de Gilan-e Gharb, dijo el gobernador de Kermanshah, Hushang Bazvand, a la televisión estatal.
“No tenemos información sobre fallecimientos de momento, la situación parece bajo control”, dijo, explicando que los cortes de agua y electricidad solo duraron “uno minutos” en estas dos ciudades.
La mayoría de las heridas fueron provocadas por el pánico de la gente que huía de sus casas, dijo el jefe del servicio de urgencia Pirhossein Kolivand a la televisión de Estado.
Los 18 equipos de rescate continúan detallando los daños, y el número de heridos podría aumentar.
“Las luces se apagaron, teníamos la impresión de que las paredes iban a caer y los vecinos gritaban”, contó por teléfono a la AFP Fariba Babayi, una habitante de Sar-e Pol-e Zahab de 36 años.
“Traumas”
“Pero en esta ocasión, no corrí [fuera de casa], incluso aunque mi madre, que estaba en el exterior, me llamaba”, añadió Fariba, quien ya vivió varios temblores de tierra.
Su casa, que quedó destruida debido a un terremoto en la misma época el año pasado, acababa de ser parcialmente reconstruida hacía un mes, y su familia sigue pagando las obras realizadas.
“Ya no podemos vivir con normalidad con todos estos malos recuerdos, estos traumas y el sentimiento desagradable de que cada vez hay más temblores de tierra aquí”, lamenta.
Según la información disponible por el momento, ningún edificio ni infraestructura resultó dañada.
Una hora después del sismo se registraron siete réplicas de menor amplitud, precisó el Instituto de Geofísica.
Según un responsable de la Media Luna Roja iraní, Morteza Salimi, citado por la agencia Isna, el sismo afectó zonas que “acababan de ser reconstruidas” tras el temblor del año pasado en la misma época.
En noviembre de 2017, un sismo de magnitud 7,3 dejó 620 muertos y más de 12.000 heridos en la provincia iraní de Kermanshah, y ocho muertos en Irak. También daño más de 30.000 viviendas.
El último sismo de importancia en el oeste de Irán fue en agosto de 2018, un temblor de magnitud 6,0, según el instituto estadounidense USGS. Dos personas fallecieron y 255 resultaron heridas.
Irán se encuentra entre dos importantes placas tectónicas y las actividades sísmicas son frecuentes.
En diciembre de 2003, un sismo arrasó la histórica ciudad de Bam, en la provincia iraní de Kerman (sudeste). Al menos 31.000 personas murieron.
En junio de 1990, un sismo de magnitud 7,4 en el norte del país, cerca del mar Caspio, dejó 40.000 muertos, más de 300.000 heridos y 500.000 personas sin hogar.
AFP