La investigación médica ha dado un salto hacia el futuro ahora que la ciencia rusa ha logrado crear una glándula tiroides de ratón mediante una impresora tridimensional a bordo de la Estación Espacial Internacional. El próximo paso podría ser imprimir órganos humanos.
La impresora Organaut fue puesta en marcha tras ser suministrada a la base orbital por la nave Soyuz Ms-11 el pasado 3 de diciembre.
En lo que podría parecer un guion de una película de ciencia ficción, la tiroides fue creada exitosamente en gravitación cero, convirtiéndose en el primer órgano fabricado en el espacio.
«Hemos recibido imágenes desde el espacio. La cámara muestra claramente cómo se ensambla la construcción viva de la tiroides de ratón», comentaron a RIA Novosti desde Invitro, la compañía rusa cuya subsidiaria 3D Bioprinting Solutions construyó Organaut.
La tiroides será enviada a la Tierra este mes para ser analizada y los resultados se harán públicos en febrero de 2019.
Invitro ha explicado que los órganos y tejidos maduran de manera mucho más rápida y eficaz en gravitación cero, y que este experimento podría dar la luz verde al desarrollo de tejidos humanos en condiciones semejantes.
«No hay nada imposible», aseguró el consejero delegado de Invitro, Alexánder Ostrovski, cuando le preguntaron si veía factible la impresión de órganos humanos en la EEI. «La única cuestión son los costes. Ahora estamos trabajando en nuevos tipos de imprentas biológicas», contó.
Desde 2014 la EEI cuenta también con otra impresora 3D que imprime piezas de recambio o herramientas importantes.
Nota de Prensa