Un grupo de trabajo de 12 países advirtió el miércoles en la Organización de Estados Americanos (OEA) que sigue recibiendo denuncias sobre desapariciones forzadas y secuestros en Nicaragua pese a que el gobierno de Daniel Ortega asegura haber normalizado la situación desde que en abril protestas callejeras sacudieran a la nación centroamericana.
“La situación en Nicaragua continúa generando gran preocupación, con una falta de acceso continua para observadores confiables de derechos humanos, un aumento de la represión sistemática y una retórica cada vez más hostil del gobierno hacia la población de Nicaragua y la comunidad internacional”, indicó el tercer reporte del grupo leído por el embajador alterno de Canadá, Francois Jubinville, durante una sesión del Consejo Permanente de la OEA.
“Religiosos y estudiantes son arrestados, amenazados e intimidados de manera sistemática”, agregó el documento.
Ortega ha acusado a la iglesia católica de integrar un “golpe de Estado” en contra de su gobierno.
El grupo de trabajo apuntó que si bien ha expresado la intención de realizar una “consulta nacional”, el gobierno nicaragüense “aún no ha mostrado la disposición de establecer las condiciones que legítimamente permitan ese proceso” ni tampoco “ha cesado la violencia y la represión contra quienes protestan”.
AP