A mediados de 2017, los empleados de un banco y de tres restaurantes en Ginebra (Suiza) hallaron atascados en los inodoros de sus lugares de trabajo decenas de miles de euros en billetes de 500, muchos de los cuales parecían haber sido cortados con tijeras.
Entre trabajadores y fontaneros se las arreglaron para rescatar algunos miles de estos billetes en buen estado, que no se llevó la tubería, y los entregaron a la Policía. Ahora, después de más de un año de investigación, la Justicia de Ginebra ha resuelto el enigma y ha decidido qué hacer con el dinero, según un informe de Tribune de Genève.
En mayo del año pasado fueron encontrados los primeros billetes en el baño de una sucursal del banco UBS, precisamente en los inodoros de la planta donde se encuentran las bóvedas individuales de los clientes. Los trabajadores lograron recuperar casi 40.000 euros(45.000 dólares).
Ese mismo día, más billetes de euros aparecieron en los baños de hombres de un salón de té ubicado en el mismo edificio de la entidad bancaria y en un restaurante cercano. En total fueron recuperados en ambos lugares 34.500 euros (uno 40.000 dólares). No obstante, un mes después, el baño de una pizzería —también aledaña al UBS— fue lugar del mismo fenómeno, de donde se recolectaron 60.000 euros (68.000 dólares).
El botín total descubierto fue guardado por la Policía de Ginebra mientras se lograba identificar y encontrar a sus dueños. En el curso de la investigación las cámaras de vigilancia del banco captaron a un hombre y tres mujeres que llevaron a cabo recorridos sospechosos entre las bóvedas y los sanitarios del recinto.
Antes de finalizar el 2017, un ciudadano español acudió a los investigadores del caso e informó que la cuantiosa suma pertenecía a la familia de su esposa, que luego de recibir amenazas de delincuentes en su país había preferido guarda su riqueza en un banco suizo. Sin embargo, este individuo no explicó las razones por las cuales los billetes fueron tirados y despedazados, aunque pagó los gastos de los trabajos de plomería en los lugares afectados
El español fue llamado a audiencia y salió libre, puesto que destruir billetes no es considerado delito en Suiza. Asimismo, la familia envuelta en el hecho no solicitó la devolución del dinero. Por tales motivos, el tribual encargado decidió donar todo a sus ‘descubridores’, quienes recibirán billetes nuevos emitidos por el Banco de Francia.
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