Bajo una creciente presión internacional para que renuncie ante la aguda crisis política y social que atraviesa Venezuela, el presidente Nicolás Maduro pidió el miércoles a sus seguidores que recen por él durante una ceremonia evangélica.
En una inusual transmisión de la televisora estatal, un pastor pidió a Dios por la vida del presidente, de ministros y miembros de las fuerzas armadas, y por la expulsión del país de “todo demonio de guerra, todo demonio de división” durante el llamado “Congreso de movimientos cristianos por la paz” .
El corpulento Maduro levantaba su mano derecha mientras la congregación rezaba, flanqueado a la izquierda por su esposa, Cilia Flores, y a la derecha por la vicepresidenta del país, Delcy Rodríguez. Algunos fieles oraban con los ojos cerrados, unos lloraban y otros respondían a las plegarias del pastor.
“Pido que oren por mí, pido que me den sus bendiciones y pido por la paz y el futuro de Venezuela”, dijo Maduro al final del acto. “Pido toda la fortaleza, la sabiduría, pido el amor suficiente para llevar las rindas de la patria hacia un destino mejor, hacia un destino superior”.
Venezuela atraviesa una crisis económica y política avivada por la autoproclamación la semana pasada del líder opositor Juan Guaidó como presidente encargado, desconociendo a Maduro como mandatario legítimo luego de unos controvertidos comicios en 2018.
Guaidó ha recibido el respaldo de varios países, entre ellos de Estados Unidos, las principales potencias de Europa y de varios vecinos latinoamericanos. Maduro asegura que es objeto de un golpe de Estado.
“Soy cristiano de Cristo … cada día que pasa soy más creyente y tengo más fe en Dios y en la fuerza de Cristo, porque él me acompaña, él me abraza, él me protege con su manto sagrado”, dijo Maduro quien asegura que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha ordenado matarlo.
Reuters