Este sábado se reportó un motín en la sede de la División General de Contra Inteligencia Militar (Dgcim), ubicado en Boleíta, en donde los presos políticos habrían amenazado con una huelga de hambre en contra del Gobierno de Nicolás Maduro.
En horas de la mañana, la abogada Tamara Suju informó del “inicio de una huelga de hambre” por parte de militares y civiles que permanecen bajo arresto como presos políticos. Por su parte, Sergio Contreras, gerente general de El Nuevo País, dijo que está en desarrollo una “amenaza” de huelga.
Los privados de libertad acusan estar “cansados de hacinamiento y maltratos”, de acuerdo con el presidente nacional de Copei, Robert Enriquez, en simultáneo con el desarrollo de una marcha convocada por la Asamblea Nacional para seguir presionando al chavismo.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, rechazó cualquier daño que sufran los presos políticos y exigió que se “garantice la seguridad y bienestar de los militares y civiles en condiciones infrahumanas en la DGCIM”.
Almagro dijo que los políticos chavistas que se mantienen en Miraflores “serán responsables de lo que les ocurra”.
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