Algunas consideraciones sobre la situación País febrero 2019.
Para quienes me preguntan sobre la situación de Venezuela, responsablemente debo emitir mi posición como Politólogo, más allá de lo que mis pasiones anhelen.
Ciertamente el régimen dictatorial de Maduro está acorralado y como dirían en el argot pugilístico está «contra las cuerdas», pero la cruda verdad es que aún no está caído.
Hay muchos intereses en este juego de ajedrez geopolítico, donde los Estados Unidos, China y Rusia, son los principales actores, por sus apetencias económicas y hegemónicas, que podrían derivar en la amenaza de una guerra asimétrica en Venezuela «país donde se encuentran las reservas de petróleo probadas más grandes del mundo».
Lo cierto es, que a la fecha nosotros como venezolanos, no hemos logrado resolver internamente nuestros propios problemas, esperando que sea un ejército extranjero el que venga a poner orden en casa. En Irak y Libia los dictadores terminaron exterminados, sin embargo en Cuba, con todo y bloqueo han llegado a 60 años y Siria ya va para 8 años de una sangrienta Guerra Civil que ya lleva más de 511.000 vidas segadas, de los cuales 106.390 son civiles (19.811 menores y 12.513 mujeres), con más de 5,6 millones de sirios que han buscado refugio fuera del país.
Indudablemente, está dictadura va a caer y los responsables directos e indirectos del destrozo de la nación, tarde o temprano tendrán que pagar, sin embargo antes de pensar que los Marines de USA ya están listos para invadir el país, para llevarse a Maduro y a su pandilla de delincuentes a Guantánamo en los próximos días, prefiero apelar a la ecuanimidad, lamentando pronosticar que no será así, que el cambio en Venezuela llevará más tiempo, que se hace necesario evitar el triunfalismo, ya que mientras transcurren los días se genera mayor ansiedad, que se convierte en frustración y desanimo por las falsas expectativas e historias de vaqueros de la clase política y de los fanáticos de oficio.
Debo afirmar que en este juego de ajedrez político aún hay muchas piezas que mover, la ONU y la Unión Europea, aspiran una salida pacífica y democrática a la crisis, mediante la celebración de elecciones presidenciales, desde mi perspectiva puede darse una salida negociada, sin embargo considero que la clase política vigente, no está preparada para ese evento, en palabras de Lowenthal «Las transiciones que tienen éxito cuentan con líderes con mucho talento político. Aylwin en Chile, De Klerk y Nelson Mandela en Sudáfrica, Felipe González en España. Todas gentes que entendían cómo hacer política». Eso llevará tiempo y activará la capacidad de maniobra de la Dictadura, la cual solo se sostiene del hilo del Alto Mando Militar, porque el Pueblo desde hace mucho lo perdió y los quieren afuera.
En tal sentido, en estos tiempos de penuria, frustración y anhelos de Libertad, se hace necesario manejar la inteligencia emocional, visualizar el futuro desde la razón y tener la paciencia de Job para que lleguen las bendiciones a nuestra amada Venezuela, bien como decía Augusto; “Festina lente”.
Alfonso Hernández Ortiz / Politólogo – Abogado – Profesor Agregado de la Escuela de Ciencia Política de LUZ