Soldados desertaron con armas para venderlas pero los asesinaron

El negocio les salió mal. Dos militares adscritos al Comando de Paraguachón, estado Zulia y con frontera con Colombia, la “piraron” y hurtaron los fusiles que tenían asignados, presuntamente, ya los tenían negociado con el hampa, pero los “compradores” los asesinaron y luego robaron las armas.

La fuga de los dos militares ocurrió el viernes en la madrugada y las autoridades se dieron cuenta de lo ocurrido, cuando vieron que en la parte de atrás del comando estaban tirado los uniformes y carnet de Kilber José Segura Lima (25) y Jonh Wakamatsu Martínez Trejo (28).

Se pudo conocer por fuentes policiales que los dos hombres hurtaron los fusiles porque, presuntamente, ya los tenían negociados con unos delincuentes y que iban a recibir mucho dinero. El negocio les salió mal, pues los delincuentes los asesinaron en una zona enmontada en el sector Santa Elena, troncal del Caribe, municipio Guajira.

Medios regionales del estado Zulia publicaron que una vez las autoridades del comando se enteraron de la fuga de los militares se desplegaron en su búsqueda y fue cuando localizaron los cadáveres con varios disparos en sus cuerpos.

Una comisión militar llegó hasta la morgue de LUZ, quienes tramitaron los papeles reglamentarios para retirar los cuerpos.

Un allegado a la familia de Kilber contó que los parientes recibieron una llamada el viernes en la tarde por parte de unos compañeros del militar en donde les decían que el chamo se había “pirado” y que había sido asesinado junto a otro chamo.

Una de las versiones que tiene la familia es que supuestamente los dos chamos tras “volarse” del comando se fueron a una de las trochas de la frontera para negociar las armas y allí fue cuando fueron ejecutados.

Ayer a las 9:30 de la mañana trasladaron los cuerpos de los dos chamos hasta el municipio Arístides Bastidas en Yaracuy, en donde residían los dos jóvenes.

Se conoció por allegados a las víctimas que hace más de un año se habían ido a trabajar al estado Zulia y que visitaban a sus familias en Yaracuy cada dos o tres meses, cuando recibían días de permiso. Detallaron que Kilber deja dos niños huérfanos.

La Prensa de Lara